Las txosnas de fiestas de Basauri vuelven a transformarse en lonja

Si en 2016 se colocaron en la zona de San Fausto, este año han subido unos metros hacia el meollo de la fiesta y han alquilado el antiguo bar Ori-Ori, que cerró sus puertas el año pasado tras 70 años de servicio, con lo que se garantizan la posición deseada, a escasos metros del escenario de Arizgoiti. Regentará el establecimiento el colectivo Kalera-Kalera.

La decisión es la crónica de una muerte anunciada porque las txosnas llevan años de capa caída en un municipio en el que son los propios vecinos los que organizan los festejos a través de las cuadrillas y de Herriko Taldeak, y en el que la fiesta se vive en las lonjas. Unos festejos en los que incluso el kalimotxo está en un segundo plano, traspasado por el zurrakapote.

Una disparidad que ha ido desinflando el movimiento, integrado por colectivos abertzales como Baietz Basauri, Gure Esku Dago, AHT Gelditu, Sortu y amigos de Iñigo Cabacas, entre otros, y que remató el cambio de ubicación durante tres años consecutivos. En su pretensión de abandonar el tradicional parque de Bizkotxalde, el Consistorio les trasladó hace tres años debajo del Social Antzokia, un lugar poco propicio por encontrarse en la parte superior la residencia de ancianos y que fue «insuficiente» para ellos.

Hace dos años solicitaron instalarse en el parking de al lado de la carpa de Solobarria para poner en marcha un escenario y dos barras, pero la petición se denegó desde la Administración local y los colectivos sociales se pusieron en huelga. Y con la vuelta al ofrecimiento por parte de los responsables municipales del parque de Bizkotxalde el año pasado fue únicamente Sendia, la plataforma de afectados por la hipoteca, la que decidió habilitar un recinto en el lugar.