Basauri retoma la urbanización de San Miguel paralizada desde hace tres años

Para poder costear los trabajos, la institución vendió el año pasado un solar por 1,4 millones de euros con la condición de que, entre las viviendas que se levanten, 47 sean protegidas. Las obras que se llevarán a cabo mejorarán la accesibilidad de la zona, en la que los vecinos con movilidad reducida tienen dificultades para transitar de forma autónoma. Los operarios prolongarán la calle Ramón Kareaga hasta su fusión con Gernika, acondicionarán el acceso desde la Taberna Mayor y mejorarán la conexión con el cementerio y el edificio Gernika 62.

El retraso de la actuación permitirá que en la misma operación se pueda demoler el edificio conocido como la casa de los maestros, un inmueble de titularidad municipal que al derribarse facilitará la ampliación y reforma de la plaza de Castilnovo y la construcción de un nuevo parque urbano.

Para dar respuesta a las quejas vecinales que ha suscitado el hecho de que todavía no se haya construido el ascensor previsto, el Ejecutivo local contactará con los residentes de las nuevas comunidades. Quiere consensuar un cambio de ubicación que permita adelantar la ejecución del elevador, ya que, si se tiene en cuenta el proyecto presentado por la promotora, se hará cuando se levanten todos los edificios.

El remate de la zona permitirá asimismo que el Gobierno vasco inicie a partir del próximo año las obras de 34 alojamientos dotacionales de alquiler protegido con prioridad para los jóvenes de la localidad. En los últimos años se han derribado para regenerar la zona un taller, tres pabellones industriales y ocho viviendas. En su lugar, se han entregado 75 VPO, se están edificando 47 y están previstas sendas promociones de 48 pisos tasados y 51 libres.