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Chalés y pequeñas viviendas forman parte del paisaje de esta calle.
El campo de fútbol de Santa Bárbara se abre hueco en un mar de residencias

El campo de fútbol de Santa Bárbara se abre hueco en un mar de residencias

La calle Hermano Víctor, nacida en su origen para recibir a algunos de los trabajadores de La Dinamita, acoge hasta cuatro centros geriátricos

ÓSCAR G. MANCERAS

Jueves, 22 de junio 2017, 10:43

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La calle Hermano Víctor simboliza un rincón histórico de Galdakao, de esos en los que ni el paso de los años es capaz de eliminar su encanto. Situada a las afueras, se trata de una recta en la que se entremezclan muchas historias, aunque casi todas con un nexo común: La Dinamita. En este municipio surgieron algunos de los núcleos urbanos más particulares como consecuencia del apogeo industrial. Ante el aumento demográfico, fueron necesarias viviendas para dar cabida a los empleados de la empresa de explosivos, que quería ofrecer un techo a sus obreros y sus familias. Es así como nacieron barriadas como la de Tximelarre o la mencionada calle, en el barrio de Zuazo, justo frente a la fábrica.

Confirma esta particular historia Emilia, una vecina que lleva aquí viviendo la friolera de medio siglo. Mucho ha llovido desde entonces; tanto que, como es lógico, Hermano Víctor ha sufrido un gran lavado de cara. "Se hizo para los empleados de La Dinamita, pero ahora ha quedado para algunos chalés y para las residencias", señala. Es curioso que en menos de 300 metros de calle se puedan encontrar hasta cuatro centros geriátricos: San Andrés, Santa Bárbara, Elexalde y Virgen de la Vega. José Antonio pasea junto a su madre por los alrededores. Ella es residente de uno de esos complejos. "Es una zona tranquila para salir y estar con calma tomando el aire", relata. No obstante, encuentra una gran pega. "Tal y como están aparcados los coches es algo incómodo, porque hay que salirse a la carretera, y aquí ya, cuando se cruzan dos vehículos, surge el problema", comenta.

Complejo deportivo

El fútbol se va tomando un descanso este mes, algo que alivia el tráfico de Hermano Víctor. "En las horas punta aquí hay unos jaleos", enfatiza Emilia. "Aunque el campo no queda muy lejos del pueblo, los críos pequeños no vienen solos, y cuando los padres coinciden aquí con los coches se forma un lío bueno", detalla. El campo de fútbol de Santa Bárbara no es nuevo en la zona, aunque ha sufrido importantes mejoras. De hecho, su construcción data de 1914, hace más de un siglo. El 15 de mayo de ese mismo año se disputó el primer encuentro del que se tienen noticias, entre el Vasconia de Basauri y el Nitro-Glicerina. Curioso tratándose de terrenos dinamiteros.

El deporte rey no es el único ejercicio que aquí tiene cabida. Al final de esta vía se encuentran las instalaciones del club de tenis Elexalde-Mendian, y además son muchos los galdakaotarras que eligen este entorno para caminar junto al Ibaizabal. Es el caso de Javier y Elena. "Es una zona tranquila, lejos del gallinero del centro, por lo que nos gusta dar la vuelta por aquí", señalan. Desde luego que no es una barriada hecha para las compras. "Aquí comercio poco, un bar ahí en la esquina y nada más; todo al pueblo, pero se va de un salto", dice con una sonrisa un vecino.

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