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Las Jornadas de Patrimonio en Orozko se adentran en la casa-cueva de la diosa Mari

De la mano de Félix Mugurutza y Juanjo Hidalgo, miembros de la asociación cultural AUNIA, mañana se llevará a cabo un recorrido de cinco horas que permitirá caminar por hasta tres cuevas

l. pérez

Sábado, 4 de octubre 2014, 01:23

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Las Jornadas Europeas de Patrimonio, que este año ponen de relieve la importancia de las casas vizcaínas, serán este año diferentes en Orozko. Sus responsables no han querido conformarse con abrir una casa cualquiera al visitante -por muy histórica que fuera- y han apostado porque sea la propia diosa Mari, defensora de la honradez y principal referente de la mitología vasca, la que permita adentrarse en una de sus moradas. En la laberíntica orografía de Itxina, en el monte Gorbea, se encuentra la cueva Supelegor donde, según la leyenda, descansaría este personaje «la mitad del año» -la otra reside en el monte Amboto-.

De la mano de Félix Mugurutza y Juanjo Hidalgo, miembros de la asociación cultural AUNIA, mañana se llevará a cabo un recorrido de cinco horas que permitirá caminar por hasta tres cuevas, incluida la de la Mari. «Hemos preferido difundir parte de nuestro patrimonio cultural inmaterial porque es el que tiene más peligro de perderse», explicó ayer el propio Mugurutza.

La cita es una disculpa perfecta para pasar una mañana en el monte y disfrutar de uno de los parajes más bellos de Bizkaia. Pero, además de conocer las cavernas, se compartirán las leyendas que pululan por el entorno y que hablan de «gente petrificada y hasta ladrones de tesoros convertidos en toros o brujas». Según este investigador, todavía «hay vecinos mayores que creen en estas leyendas». Y es que la orografía de la zona salpicada por decenas de peñas provenientes de los arrecifes de coral de un mar que hubo hace miles de millones de años da alas a la imaginación.

Dos visitas más

La jornada se completará con otra el domingo 19 con una visita a la pequeña cueva de Jentilzulo. Hasta allí bajaban desde el castillo de Untzueta, unas ruinas medievales que se excavaron en el 2007, los gentiles, otros seres mitológicos que residían en la zona y que eran «muy malvados».

Una última visita, la tercera, que se intercalará entre las dos anteriores, el 12 de octubre, y recorrerá las casas de pastores y carboneros.

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