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Luis Gómez
Jueves, 2 de noviembre 2017, 15:06
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La sala de fiestas Moma de Bilbao reabrirá esta noche sus puertas tras permanecer cerrada por espacio de un mes después de que el Ayuntamiento ordenara su clausura el pasado 4 de octubre por exceder de nuevo el nivel de decibelios permitido. La concejalía de Movilidad y Sostenibilidad decidió abrir un nuevo expediente sancionador -el undécimo desde que se inauguró en enero- a la discoteca de la calle Rodríguez Arias al considerar que se había propasado con el ruido de forma deliberada. El local superó con creces los límites sonoros pactados con el Consistorio, según los resultados de una medición.
Este mediodía, la concejalía que dirige el socialista Alfonso Gil ha trasladado al dueño de la sala la autorización de reapertura tras verificar que cumple «todas las medidas exigidas». El empresario Luis Angel Rodríguez cree que el local se podría haber abierto «bastante antes», pero que «trámites burocráticos lo han demorado. Se podría haber solucionado hace tiempo porque las inspecciones técnicas municipales han demostrado que todo estaba correcto. Podíamos haber empezado a funcionar hace una semana y ahora solo nos queda trabajar», aplaude Rodríguez.
El departamento de Alfonso Gil impuso a la sala de fiestas de moda una sanción sin precedentes por reincidente. Como medida cautelar, le prohibió el uso del equipo de música durante un mes y además del precinto le sancionó con el cese de la actividad durante otros tres meses al apreciar «intencionalidad en el incumplimiento» de los límites acústicos.
El nuevo expediente a la discoteca se produjo cuando apenas lleva cuatro semanas de funcionamiento después del último castigo. Moma permaneció cerrada durante el mes de agosto para cumplir con una de las sanciones que tenía pendiente. La sala que mantiene un duro enfrentamiento con los vecinos de la zona reabrió el 7 de septiembre con un fuerte despliegue de seguridad
Tras la sanción, Luis Ángel Rodríguez recurrió al Ayuntamiento de Bilbao el cierre cautelar del local y confió en abrirlo de nuevo al público en el plazo de una semana. Ha tardado algo más de tiempo. No ha podido celebrar la fiesta de ‘Halloween’, como deseaba, pero está satisfecho. Insiste Rodríguez en que ha cumplido «siempre» todos los «condicionantes técnicos» exigidos por las instituciones y no se explica «qué pudo fallar» para que el 30 de septiembre se disparasen los niveles de sonoridad.
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