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Erik Nielsen juega con Emma Rose en el parque bilbaíno de Doña Casilda. Yvonne Fernández
La mascota de... Erik Nielsen: «Sus dos sitios favoritos son el bosque y el sofá»

La mascota de... Erik Nielsen: «Sus dos sitios favoritos son el bosque y el sofá»

Los primeros perros en la vida del director de la BOS fueron Buffy y Rusty, cruces de afgano y golden retriever. «Me acompañaron toda la infancia. Después tuvimos más, ¡todos con nombres acabados en y!»

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Domingo, 25 de marzo 2018, 00:45

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A Emma Rose le tocó viajar antes de lo previsto, y el destino de aquel primer desplazamiento fue precisamente Bilbao. «Está conmigo desde que tenía nueve semanas. Justo entonces tuve que venir a dirigir ‘La ciudad muerta’. No estaba programado, se trataba de una sustitución de urgencia, así que me vi con el cachorrito y no sabía qué hacer. La traje a Bilbao. Vinimos en coche y vino también mi madre, no faltó gente para cuidarla», recuerda Erik Nielsen. Desde entonces, Emma Rose ha llevado la vida cosmopolita y un poco nómada de los artistas: ha residido en Basilea y Hamburgo, con largas temporadas en Bilbao y estancias en ciudades como París o Budapest. Cada vez que Erik ha de quedarse unas semanas en la capital vizcaína, evita el avión y conduce desde Alemania para traerse con él a su perra de nombre compuesto, Rose porque nació en Rostock y Emma en homenaje a la abuela de su dueño.

«Me da perspectiva y calma. Yo tengo un montón de estrés en mi trabajo y, cuando pienso que nunca seré capaz de aprenderme las partituras, la perra me recuerda que existen otras cosas en la vida. Hay gente que me dice que es mucha responsabilidad, pero para mí funciona justo al contrario: esa responsabilidad me estructura la vida, me aporta una rutina saludable», analiza el maestro estadounidense. Él se ocupa de que, en todos sus destinos, haya un parque o un bosque cerca de casa, para que a Emma Rose no le falte su dosis diaria de ejercicio y rastreo: «Le encanta buscar cosas. Jugamos con palos. Alguna gente no cree en los palos, pero yo no creo en las pelotas. Yo toco un palo, lo arrojo a un montón y ella siempre lo encuentra. O le tapo los ojos y lanzo lejos el palo, para que no sepa hacia dónde ha ido. ¡Siempre da con él! Alguna vez puede tardar cinco minutos, pero seguiría buscando hasta desplomarse».

Emma Rose

  • Raza: Vizsla (braco húngaro).

  • Edad: 6 años.

  • Peso: 24 kilos.

  • Carácter: juguetona, pero muy tranquila cuando está en casa.

  • ¿Alguna manía? No le gusta la lluvia. «En Bilbao ha habido semanas un poquito difíciles», suspira Erik Nielsen.

La diva cazadora

El portentoso olfato es una de las virtudes de este perro de caza de origen húngaro, que el director describe como el compañero perfecto. «Este es mi segundo Vizsla. Una vez que has tenido uno, ni te planteas pasarte a otra raza. ¿Que cómo es Emma? ¡Una diva! Extremadamente juguetona, pero en casa ni se mueve. Es activa y tranquila a la vez: sus dos sitios favoritos son el bosque y el sofá. Hay gente que sostiene que un perro así solo deberían tenerlo cazadores, pero seamos sensatos: un cazador no sale todos los días, a lo mejor solo lo hace un par de veces al mes, así que el resto del tiempo el perro está en casa. Yo siempre intento mantener a Emma activa».

Más allá de los desplazamientos, Erik asegura que no resulta tan difícil encajar las rutinas de un perro con las de un director de orquesta: «El horario habitual de trabajo de un músico es de 10 a 1 y de 5 a 8, con un largo parón para comer. ¡Es difícil tirarse siete horas seguidas ensayando una ópera! Así que la perra no se queda sola durante mucho tiempo: la paseo a las ocho y media, desayuno, voy al ensayo, vuelvo, damos otro largo paseo... Cuando me marcho, se queda durmiendo: tengo una cámara para comprobarlo, pero la verdad es que, cuando miro la imagen en el móvil, nunca me encuentro nada interesante». ¿A ella le gusta la música, por cierto? «Rara vez la escucha, porque yo no pongo música en casa: si lo hago, me concentro y me siento como trabajando. Y a mis conciertos y mis ensayos, Emma no va».

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