Turrillas, en su despedida: «Tenéis un embajador del River en Deba»

Su estancia en el banquillo de Las Llanas ha durado solo un año, pero el míster guipuzcoano se ha identificado al máximo con un equipo al que ya admirada y al que no dudó en dirigir, pese al complicado cometido que tenía entre manos. «Era mi primera vez en Segunda B y me pareció que me llamaban del cielo». En su intervención, agradeció a la directiva su independencia a la hora de trabajar; a los jugadores, su compromiso; y a la afición, su inestimable apoyo. «Ya sabía como era esta hinchada, pero ha sido increíble. Cuando he venido hoy aquí, un tío al que no conozco me ha dado un abrazo. Eso lo dice todo. Este club tiene un embajador más en Deba».

Marcharse, lo «lógico»

El empate ante el Zamudio dejó muy tocado al equipo, que no ha levantado cabeza. «No sé la razón, pero a partir de ahí nos ha podido la ansiedad», arguyó Turrillas, quien afirmó no haberse sentido capaz de reconducir la situación. Por ello, «lo lógico» ha sido marcharse y no ser un obstáculo para que el club trate de remontar, algo que intentará Ibon Etxebarrieta, «un entrenador con una capacidad de trabajo brutal», elogió el guipuzcoano. Como colofón, hizo suyas las palabras de Lasarte cuando se marchó de la Real y arengó a que club y afición vayan siempre unidos. «No podemos perder el vínculo con la grada. Es el mejor patrimonio de este club».