«Hemos estado a la altura»

«Me siento muy orgulloso de mi equipo porque hemos dado la cara. Hemos sido el único equipo que no ha salido apalizado en ningún partido. Santoña perdió de 9 goles con Dólmenes y Porriño, de 10. Hemos estado a la altura».

El conjunto vizcaíno tuvo que lidiar el viernes contra los cántabros, que vencieron por 25 a 28. Al día siguiente, no pudieron ante el equipo de Antequera, que impuso su superioridad, pero con dificultades, ya que el resultado final fue de 30 a 27. Finalmente, el domingo, los auriazules, ya sin opciones de ascenso, sumaron un empate ante el anfitrión (29-29). «Podemos volver contentos. Nos hemos vaciado en cada partido. La prueba fue que ayer (por el domingo) nada más salir el autobús todos los jugadores se quedaron dormidos. Dieron todo lo que tenían y supieron sobreponerse a las adversidades», asegura refiriéndose a la inesperada ausencia de Ortuondo, uno de los pilares fundamentales del equipo, por una tarjeta roja.

La tarea era complicada. El valle firmó una gran segunda vuelta en su categoría acabando invicto, pero la entidad de los adversarios a batir fue fundamental para no regresar a casa con el botín deseado. «Ya advertíamos de que iba a ser difícil. Tenemos recursos más limitados que otros conjuntos. Ha habido equipos mejores que nosotros y no podemos más que darles la enhorabuena. No podemos lamentarnos de nada. Al final, se cumplieron los pronósticos. El mejor fue Los Dólmenes. Venció con autoridad en los tres partidos».

La Copa Bizkaia, en la mente

Al técnico amarillo no le cabe duda de que esta experiencia, la segunda en dos años, servirá para aprender y para madurar como equipo, sobre todo de cara a futuras promociones en las que el club minero espera estar presente. «No tenemos que olvidar que el 50% de la plantilla es gente joven y no habían jugado nunca esta competición. Les va a sumar mucho para ayudarles a mejorar», arguye el míster.

La temporada, sin embargo, aún no se ha acabado. El Trapagaran jugará este domingo en el polideportivo de Lasesarre la final de la Copa Bizkaia ante el Barakaldo, su rival por excelencia. Se trata de un título hasta ahora inédito en las vitrinas del club, de manera que los de Jaito echarán el resto. «El año pasado no pudimos participar porque la fase de ascenso coincidió con la final y hay ganas. Sería una forma bonita de cerrar una temporada, no sé si de 10, pero sí de redondearla», zanjó el preparador vizcaíno.