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David Movilla, en un entrenamiento del Barakaldo esta temporada.
El entrenador del Barakaldo, en la cuerda floja
fútbol

El entrenador del Barakaldo, en la cuerda floja

Las diferencias entre Movilla y la directiva del club amenazan su continuidad en el banquillo de Lasesarre

SILVIA OSORIO

Martes, 7 de marzo 2017, 00:01

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El año del centenario del Barakaldo ha arrancado con el ambiente muy caldeado. Y no por la situación deportiva, que es de aparente calma, ya que con el empate del domingo y aunque la temporada no tiene que ver con la del curso pasado, el play-off de ascenso a Segunda sigue a 3 puntos. El problema está en los despachos, donde la situación es crítica, muy tensa, tanto que la directiva medita el cese de David Movilla como técnico.

La tormenta institucional se ha desatado por la decisión de la junta directiva presidida por Orlando Sáiz de destituir al míster fabril de sus tareas como mánager deportivo, un cargo que le fue encomendado el curso pasado tras firmar una de las mejores temporadas deportivas de los últimos tiempos y que comparte con el secretario técnico, Iñaki Zurimendi.

En un principio, esta decisión se iba a hacer pública esta tarde en una rueda de prensa, pero los acontecimientos de los últimos días habrían llevado a ir más allá a los responsables de la entidad y a cesarle también de sus funciones como entrenador, pese a tener otros dos años más de contrato. De esta manera, y según fuentes consultadas por este periódico, Zurimendi se haría cargo del equipo hasta final de curso.

Movilla se defiende

La filtración de un comunicado interno en el que el preparador se dirige a la junta ha abierto la caja de los truenos, aunque las aguas ya estaban revueltas desde la dimisión la semana pasada de tres directivos, precisamente por estar en contra de prescindir de Movilla como mánager. El técnico baracaldés redacta el pasado 27 de febrero este documento tras serle negada una reunión con la cúpula del club y lo hace con el objetivo de defenderse de «acusaciones de cierto calado».

Al parecer, tal y como ha podido saber este periódico, su gestión en los fichajes habría sido el detonante para ser apartado del puesto de mánager deportivo. Las salidas de varios jugadores y el gasto que han conllevado dichas rescisiones de contratos habrían puesto en tela de juicio su labor, siéndole éste extremo entre otros comunicado mediante un informe de quince folios.

El enfrentamiento descoloca a los aficionados

  • Los problemas internos que vive el Barakaldo han descolocado a una hinchada que creía que cuerpo técnico y directiva estaban en el mismo barco para tratar de llevar al club fabril a Segunda División. El partido del pasado domingo ante el San Sebastián de los Reyes ya puso de manifiesto el malestar de parte de la afición gualdinegra con la decisión de la directiva de apartar a Movilla del cargo de mánager deportivo.

  • Parte de la grada se posicionó a favor del técnico fabril y además de una pancarta en la que se tildó a Saíz, Zurimendi y otros dos directivos como traidores, hubo cánticos de Zurimendi Kanpora y Orlando vete ya. El llamado movillismo, ese movimiento de admiración al entrenador vizcaíno tras el trabajo realizado el pasado curso, no ha dudado en salir a apoyar al míster, mientras que en otros aficionados las opiniones son dispares.

  • Por un lado, hay voces que opinan que a Movilla se le ha dado «demasiado poder» y consideran correcta la determinación tomada por la junta, además de considerar «mala» la gestión en los fichajes. También hay quienes hablan de «una trama y táctica de desgaste» para minar al técnico y hacer que dimita. Algunas peñas han denunciado, además, la falta de «información y claridad» por parte de los responsables del club. De hecho, en varios foros se pidió ayer la convocatoria inminente de una Asamblea Extraordinaria de socios para tratar el desaguisado.

El conflicto está abierto. En su escrito, el técnico fabril no deja títere con cabeza y asegura que ha visto «coartada» su libertad de expresión y derecho a defenderse, recalcando que algunas de las acusaciones son «irreales». Asimismo, se manifiesta «abierto a contemplar» el modelo de gestión que se le plantea y recuerda a la junta la labor que ha venido desempeñando en beneficio de la modernización del club.

En el texto también deja claro su confrontación con Zurimendi, al que no considera «capacitado» para seguir en su puesto y pide su despido. Movilla no se detiene y continúa su ataque acusando al secretario técnico de «faltar a la verdad con el objetivo de enfrentarme al presidente» o de «falta de lealtad al club, atendiendo únicamente a intereses económicos y personales», entre otras afirmaciones que ayer lamentó en su cuenta de Twitter que hubiesen salido a la luz pública.

Pero si la situación ya era tensa de puertas hacia dentro, ésta se enturbió aún más el pasado domingo cuando Movilla se refirió a la polémica en la rueda de prensa tras el partido ante el San Sebastián de los Reyes. En sus declaraciones no dudó en reclamar «respeto» tras 18 años en los banquillos y abogó por ir todos «en la misma dirección». «No creo que el desprestigio sea el camino», señaló.

Antes de que el jefe de prensa del club le recomendara no contestar más preguntas sobre el asunto algo que Movilla aceptó, también recordó que si se produce su salida, su contrato no sería «una carga para el socio del Barakaldo». Una intervención que habría provocado aún más malestar en la directiva gualdinegra, la cual declinó manifestarse hasta esta tarde en una rueda de prensa.

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