Sestao ingresa 112.000 euros al año por el alquiler social de sus 119 viviendas

El próximo año, el Consistorio incrementará sus activos inmobiliarios con 28 nuevas viviendas que han sido adquiridas en la calle Txabarri. Las de la Casa del Arco se están construyendo ya y las de los números 33 y 35 empezarán a edificarse este verano. En la actualidad sólo dos de los pisos del parque municipal están vacíos, pues están siendo reformados para ser arrendados tan pronto como finalicen las obras. La renta está «muy ajustada», subrayó Bergara, ya que, pese a haberse incrementado un 1,5% respecto a 2014, su precio medio es de 88,2 euros al mes. La mitad de los contratos son alquileres vitalicios de 5,06 euros mensuales que tienen su origen en operaciones realizadas en los 90. Y casi la mitad restante de los inquilinos pagan 317,84 euros en contratos prorrogables que se van actualizando con el IPC.

No obstante, en el último año, según detalló Luis Carlos Delgado, gerente de Sestao Berri, se han rescindido dos contratos, uno por fallecimiento y otro por ingreso en una residencia, y se han firmado siete nuevos a raíz de realojos realizados en el proceso de regeneración de Txabarri-El Sol. Estos nuevos contratos se ajustan a la normativa vigente, según la cual la renta se fija en función del poder adquisitivo de los inquilinos.

Reducción de la morosidad

Antes de que la sociedad pública Sestao Berri, participada por el Gobierno vasco y el Ayuntamiento, se hiciese cargo de la gestión del parque de viviendas municipales, los impagos del alquiler superaban el 30%. Ahora, en cambio, el Consistorio sólo tiene 4 recibos sin cobrar de los 1.292 girados el año pasado, lo que se traduce en un índice de morosidad en «mínimos históricos» del 0,3%, subrayó el primer edil.

Pero además de redundar en mayores ingresos para las arcas públicas, la gestión que realiza la sociedad pública pretende garantizar una buena convivencia en estos edificios. Por ello, el año pasado realizaron 25 reuniones con las comunidades de vecinos y 235 visitas individuales a estos pisos para comprobar su estado de conservación y el buen uso de los elementos comunes. «En total, hubo que atender 24 incidencias técnicas, de las que ya están resueltas el 75%, pero ahora mismo el parque se encuentra muy normalizado», indicó Delgado.