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Barakaldo recorta un 50% la cuantía de las ayudas sociales por falta de presupuesto

El Ayuntamiento, controlado por el PNV, casi ha agotado ya el dinero destinado a las AES y opta por distribuir el disponible entre más personas

ruth quevedo

Jueves, 27 de agosto 2015, 00:10

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Los efectos de la crisis no desaparecen ni en vacaciones. Y también llegan a los ayuntamientos de la Margen Izquierda, especialmente a la hora de satisfacer a los vecinos más vulnerables y necesitados de ayudas sociales. Para hacer frente a los gastos más básicos, como son la vivienda habitual, pagar facturas o visitar al dentista, 1.872 familias baracaldesas han pedido apoyo financiero al Consistorio fabril desde que se abriese el plazo de solicitudes el pasado 2 de febrero. Ahora, cuando el presupuesto de 2,2 millones se está agotando, la Administración local, timoneada desde las pasadas elecciones por el PNV, ha optado por reducir las cuantías que entregan a cada familia por los gastos habituales que tienen que abonar.

Hasta el 15 de julio, los técnicos del Ayuntamiento ya han resuelto 1.046 expedientes, 131 "por el procedimiento de urgencia» ante las importantes dificultades de esas personas. Así, se han concedido 970 peticiones de Ayudas de Emergencia Social (AES) y Ayudas Económicas Municipales (AEM). 67 han sido denegadas y 9 desestimadas, en la mayoría de los casos (50) por resultar incompatibles con el cobro de la RGI o por superar el patrimonio estipulado o los ingresos permitidos; aunque también existen otros motivos, como incumplir el requisito de vecindad o «no estar clara la composición de la unidad de convivencia". El fondo dispuesto por el Ayuntamiento y el Gobierno vasco empieza a escasear cuando todavía queda casi un mes para solicitar las prestaciones (el plazo vence el 21 de octubre).

Reducción "macabra"

El Ejecutivo local no contempla ampliar la partida y ha optado, igual que hizo el PSE en años anteriores, por rebajar en un 50% las cuantías que entrega para el pago de la hipoteca o el alquiler, que suponen el grueso de las peticiones de auxilio ciudadano. Según explicaron desde el Consistorio, "cuando el dinero se va agotando, se priorizan los conceptos y se hace una minoración para llegar al mayor número de personas posible", de manera que no se abona la cantidad máxima con el fin de que nadie quede totalmente desamparado.

La medida, sin embargo, no ha sido bien recibida entre las filas de la oposición. A este respecto, Irabazi considera que se ha llevado a cabo "un recorte macabro". En su opinión, esta partida se podría haber ampliado "si PNV, PSE y PP no hubiesen votado recientemente en contra de reducirse un 30% los sueldos de los representantes, que son más que dignos".

EH Bildu, que también se mostró partidario de pedir austeridad para los cargos públicos, abogó por "reforzar el área de Acción Social para atender a los más necesitados» y criticó que «el cambio de siglas no suponga un cambio de políticas". "Se recorta y se recorta y se recorta, siempre a los más desfavorecidos. El tiempo nos está dando la razón", lamentó el concejal abertzale Iker Rahona. En 2014, se registraron 2.037 solicitudes y se prestó asistencia a 1.707 familias, cifras que no han dejado de crecer.

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