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iñigo sánchez de luna
Miércoles, 25 de abril 2018, 23:21
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Tan solo quedan a la venta 4 pisos de los futuros inmuebles que sustituirán a los bloques derribados durante los primeros meses del año en Altzaga, en el centro de Erandio. Aquellos edificios estaban afectados por daños estructurales consecuencia de una excavación cercana a cargo de la empresa Abaroa, que obligó a su desalojo hace más de una década.
En esta parcela se van a levantar dos inmuebles. Altzagaberri 1 y 2. Sumarán 114 apartamentos, de los que 66 serán ocupados por otras tantas familias que fueron desalojadas cuando comenzaron a aparecer grietas en sus casas. De los otros 48 pisos que habían salido al mercado inmobiliario el 92% ya ha sido vendido. Los que siguen sin dueño repartidos uno en Antón Fernández y el resto en la manzana compuesta por las calles San Agustín, Ibarrondo y Vega de Altzaga. Los precios de esta promoción oscilaban entre los 336.378 y 128.298 euros, en función de la superficie y las características de cada uno de los pisos.
Mientras tanto el proyecto de construcción ha entrado en su segunda fase. La previsión es que a finales de año las estructuras de los nuevos inmuebles estén ya listas en los lugares que ocuparon los edificios ya demolidos en el barrio de Altzaga.
Según el cronograma de esta macro operación urbanística, que se completará con la construcción de 400 nuevos Pisos de Protección Oficial y Tasados en una pastilla de terreno de 20.000 metros cuadrados situada en los aledaños del polideportivo municipal, la constructora tiene un plazo de 24 meses para entregar las llaves a los residentes. Los primeros cuatro han empezado ya a contar y están destinados a concretar las diversas tareas previas al inicio de unas obras que, una vez se comience a levantar el 'esqueleto' de los nuevos bloques, cuenta con año y medio de plazo concluir los trabajos.
Por este motivo la firma Murias, ganadora del concurso tras presentar una oferta de once millones de euros convocado por la sociedad pública Azpiegitura para dar una respuesta a este problema social, se encuentra en estas fechas recabando presupuestos de los diversos gremios de fontanería, electricidad o pintura con el objetivo de subcontratar estas tareas de cara a que las obras tengan una continuidad y no sufran demoras para poder entregar los pisos en plazo.
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