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Mayores de la Nagusien Etxea en la primera jornada del encierro. P. U.
Los jubilados de Romo piden apoyos para poder mantener el encierro en la Nagusien Etxea

Los jubilados de Romo piden apoyos para poder mantener el encierro en la Nagusien Etxea

Proponen la creación de un banco de tiempo para que las personas encerradas reciban compañía

TXEMA IZAGIRRE

GETXO.

Miércoles, 23 de mayo 2018, 22:07

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El encierro de los jubilados de Romo que protestan contra el traslado y el derribo de la Nagusien Etxea suma más de siete días y, aunque estén con moral, se nota el desgaste de los participantes, que han hecho un llamamiento peculiar a la población para echarles un cable. La idea ha sido crear un banco de tiempo. «Necesitamos donantes de tiempo para mantener abierta la Nagusi y apoyar a las personas encerradas», anuncian en un cartel que agrega el mensaje de «las batallas se ganan entre todos y esta la vamos a ganar».

La pretensión de estos mayores es obtener colaboración en lo que ellos consideran que es «una guerra de desgaste planteada por el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Getxo», según comentó el presidente de la Ibar Nagusien Etxea, Rafael Martín.

Los responsables municipales anunciaron su objetivo de cambiar la sede a la tercera planta del nuevo edificio de la Romo Kultur Etxea, para derribar después el viejo edificio de la calle Lope de Vega, que los jubilados utilizan hace muchos años. La pretensión final es demolerlo junto con el edificio del Aula de Cultura y construir en su lugar viviendas de protección oficial.

Por eso comenzó el traslado de servicios esta misma semana, como los de masajes, podología y peluquería. Próximamente se llevarán otros. La opinión de los jubilados contrarios al traslado es que el Ayuntamiento les ha dejado solos, pese a que les permite utilizar la planta baja de esas instalaciones.

Un ejemplo es que solo disponen del servicio de limpieza, pero ya no tienen conserjes. Eso les obliga a asumir tareas diarias que antes no hacían. A los trabajos se les suma el desgaste de un encierro que les lleva a «dormir sobre un suelo duro».

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