Getxo despide a Naroa

La muerte de Naroa ha conmocionado Getxo. La desaparición de la adolescente y el posterior hallazgo de su cuerpo sin vida, en el que «no se encontraron indicios de criminalidad», sacudió a los vecinos de esta localidad, que todavía llora la tragedia. Su barrio, que suspendió la víspera las celebraciones del Carnaval, amaneció este martes empapelado de esquelas, mientras las redes sociales se hacían eco de lo ocurrido. La Policía científica investiga entretanto el ordenador y el teléfono de la joven en busca de indicios que arrojen algo de luz sobre el fallecimiento de la menor.

Una de estas esquelas se podía ver también cerca de la puerta de su centro escolar, la ikastola San Nikolas, que pedía respeto en medio del duelo. El equipo de hockey en el que jugaba Naroa corrió un velo de silencio por ruego de la propia familia. «Todos y todas quienes conformamos la ikastola queremos conducir nuestro duelo, queremos expresar nuestras emociones y llorar, queremos respetar su memoria y darle la despedida que merece», comunicó el centro en una nota. Todos recibieron con «verdadera conmoción» la noticia de una muerte que llegó a lo «más profundo» de sus corazones. «Naroa era nuestra, así lo sentimos y así lo queremos expresar», apuntaron.

La tristeza se reflejaba ayer en la cara de profesores y trabajadores, muchos de los cuales se abrazaban en el exterior del centro. San Nikolas decidió unirse más que nunca. La ikastola ya remitió el domingo una misiva a padres y madres adelantando que al día siguiente, por ayer, se decretaría una jornada de luto, se suspenderían los exámenes previstos y «se trataría la muerte y el duelo en las aulas teniendo en cuenta la edad y características del alumnado». A la entrada, colocaron una mesa para que, «quien lo desee, pueda expresar su duelo», y adelantaron que podían sumarse al mismo los padres de los chavales.

Análisis del terminal

La búsqueda de Naroa se inició pasada la medianoche del sábado por parte de la Ertzaintza y la Policía Municipal. La última pista la situaba junto a la estación de Bidezabal despidiéndose de sus amigas, algo antes de las diez de la noche. Debía haber llegado a casa, pero no lo hizo y un inquietante mensaje, acompañado de una imagen, desató la alarma. Después, se supo que había entregado una nota a una amiga suya, con el encargo de que la abriera si el lunes no iba a clase. Los investigadores analizan ahora esa carta.

Su cuerpo fue encontrado sobre las nueve de la mañana del domingo en los acantilados de La Galea. Unos metros más arriba, junto al aparcamiento del fuerte, apareció su móvil. La comisaría de la Ertzaintza en Getxo ha abierto una investigación para determinar las circunstancias de la muerte. En ese marco, la Policía científica analiza ahora tanto la terminal telefónica como su ordenador. «Hay una labor ardua», indicaron fuentes de la investigación. Los portavoces de los grupos municipales, también expresaron este lunes sus condolencias y ofrecieron a la familia la ayuda que pueda necesitar.