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«La reforma de la plaza era una demanda vecinal»

El Ayuntamiento inicia la reparación de Josu Murueta en Astrabudua y del centro cultural y acabará con el estanque que causaba goteras

IÑIGO SÁNCHEZ DE LUNA

Jueves, 22 de septiembre 2016, 00:41

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El estanque, diseñado como un elemento distintivo de la plaza Josu Murueta de Astrabudua, que generaba goteras en el espacio cultural sobre el que se sitúa y que se solucionaban «con cubos», según los vecinos, tiene los días contados. El Ayuntamiento ha decidido anular este ornamento para acabar con las filtraciones de agua que enfeaban el recinto y afectaban al espacio subterráneo que acoge la biblioteca, la escuela de música, un salón de actos y un aula de exposiciones.

Desde el Consistorio reconocieron que pese a haber realizado varias reparaciones o sellados, «la vetusta impermeabilización, la geometría de los báculos, la presión de las jardineras o el foso del estanque, producían filtraciones que iban degradando el interior del edificio», motivo por el que han decidido «actuar».

«Que no sea un parche»

Los vecinos han acogido el proyecto con una mezcla de optimismo y de recelo. La plaza fue inaugurada en 1992 por el entonces alcalde Gotzon Fano, tres años después de que el Gobierno central cediera los terrenos al Ayuntamiento, con un duiseño considerado muy moderno por aquel entonces. Las obras comenzaron de inmediato y alumbraron la actual configuración de la explanada, con el quiosco y el estanque y el centro de cultura debajo.

«Está bien que lo arreglen, supura un líquido asqueroso que nadie sabe muy bien que es», reconoció la residente Estrella Salas, que destacó que «estamos expectantes. A ver si lo hacen en condiciones o se trata de un nuevo parche», porque la remodelación es una «demanda vecinal desde hace mucho tiempo». Rober Mata, otro residente y usuario habitual de la biblioteca, denunció que «cada poco tiempo se ponían cubos para minimizar las goteras».

Mata destacó que «la plaza nunca ha estado bien» y recuerda que «el estanque no duró ni un solo año en condiciones». Siempre fueron recurrentes las quejas por acumulación de basura. Una situación que achaca al hecho que «desde el inicio la construcción no cumplió con las expectativas y para nada da respuesta a las necesidades del barrio». Aun así, las labores, que arrancaron ayer con un presupuesto de 150.000 euros, irán más allá.

Se centrarán en la mejora de la seguridad y accesibilidad, así como en reparaciones interiores, como la ampliación del escenario de la sala azul, la reposición de vidrios rotos y arreglos de carpintería, y además se adecentarán las salas y la biblioteca con una mano de pintura. También se mejorarán los accesos y se realizará un granallado a las entradas para evitar resbalones. Las mejoras incluirán una rampa que facilite el acceso universal, realizando unos muretes de hormigón y una barandilla adaptada y se sustituirán los revestimientos de piedra de la fachada que están ennegrecidos o calcificados por el agua.

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