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VIRGINIA URIETA
Sábado, 17 de septiembre 2016, 00:11
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No cuesta demasiado imaginar el esplendor que las galerías Punta Begoña de Getxo lucían antaño, con un salón principal bañado por la tenue luz de la chimenea, poblado sólo por una enorme mesa de villar y dos sillones de cuero verde al más puro estilo inglés. Pero las paredes que guardan inimaginables secretos, hoy en ruinas, van poco a poco recuperando su riqueza gracias al proyecto que desde hace ya tres años trata de poner en valor el edificio. Uno de los avances más importantes, tal y como señala Unai Balziskueta, arquitecto municipal y uno de sus responsables, es la consolidación de la estructura.
«Estamos trabajando en un proyecto para reforzar una parte de la galería sur, que ahora mismo no es visitable, y esperamos que pueda abrirse al público con seguridad el año que viene», adelantó. La estancia principal de las galerías sirvió ayer como marco para la celebración de una jornada sobre el paisaje como generador de identidad, a la que acudieron cerca de 70 personas, que disfrutaron también de una visita guiada. En la fase actual del proyecto, indicó el también arquitecto Ander De la Fuente, se están analizando los diferentes espacios. «Hay mil metros cuadrados construidos de galería, pero entre 500 y 700 están ocultos y son utilizables. La idea es mantener las galerías con su valor arqueológico y ver cuáles serían las posibilidades de ese espacio oculto en la línea de la innovación, los recorridos naturalistas y su aspecto cultural».
Zona aclimatada
Los expertos trabajan también en la «impermeabilización» del salón principal, que cuenta con entradas de agua, y que el año que viene verá solucionado ese problema, además de en la creación de puertas que permitan que sea una zona lo suficientemente aclimatada para que se celebren diferentes actos.
De la mano del Ayuntamiento de Getxo y con la colaboración de la Diputación y el Gobierno vasco, junto a la UPV/EHU, el proyecto de rehabilitación se aprobó a finales de 2013 con un horizonte de 12 años. Balziskueta trabaja junto a 70 investigadores universitarios de diferentes áreas y media docena de técnicos municipales, que conforman una mesa que va tomando las decisiones. El futuro de Punta Begoña, insiste el experto, no está claro. «Getxo será el que decida. En su día fue un polo de innovación, y creo que tiene que ir ligado a eso», considera.
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