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Sopela se enfrenta al tráfico como su principal foco de contaminación

Bareño, Loiola, Zaldu, Abaroa y Asu serán declaradas zonas de protección acústica especial, según recoge el primer mapa de ruidos

Miriam Cos

Sábado, 23 de abril 2016, 00:22

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El Ayuntamiento de Sopela ya ha dado forma a su primer mapa de ruido, que puso en marcha en 2013. El informe, de 29 páginas, dictamina que los principales focos de contaminación acústica proceden del tráfico rodado y el ferroviario. «El tráfico viario es la principal fuente de contaminación en periodo diurno, y es, por tanto, en las vías que soportan mayor densidad de vehículos donde se dan los niveles más altos de ruido como son las calles de Loiola Ander Deuna y Gatzarriñe», detalla el estudio.

El tráfico ferroviario es también foco de contaminación en las zonas por las que pasa el metro, y en menor medida y de manera simbólica, las afecciones acústicas relacionadas con la industria. En barrios como Bareño, Loiola, Zaldu , Abaroa y Asu se incumplen los objetivos de calidad sonora por los motivos expuestos, por lo que todos ellos serán declarados zonas de protección acústica especial.

En cuanto al periodo nocturno, los niveles de ruido «sufren un considerable descenso a consecuencia de la disminución del tráfico y por la ausencia del servicio de metro», según detalla el estudio.

Plan de acción

Según el Consistorio, se realizaron 150 medidas in situ tanto en horario diurno como nocturno para evaluar el municipio y servir de base al modelo predictivo. Después, se han realizado mediciones con sonómetros especiales en las zonas residenciales, industrialesy viarias, enter otras. «Los resultados obtenidos reflejan que Sopela sigue la tónica de otras localidades vascas de las mismas características en cuanto a la principal fuente causante de ruido y los niveles registrados», añadieron.

Así pues, los siguientes pasos a dar por la Corporación municipal serán la aprobación y exposición pública del informe, para después realizar un desarrollo de zonas para llevar a cabo un plan de acción, la revisión y actualización del propio mapa y la realización de las actividades oportunas para su control interior y exterior.

«La elaboración de este mapa es de obligado cumplimiento por normativas de instituciones superiores y además de marcar el objetivo de calidad de ruido, servirá como base para futuros desarrollos urbanísticos», señalaron desde el Consistorio.

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