Erandio tramita por la vía de urgencia la ruina del pabellón incendiado

Si en los próximos tres meses el dueño no acata este requerimiento, el Consistorio demolerá el edificio de manera subsidiaria y posteriormente le girará la correspondiente factura. De momento, ya ha tomado cartas en el asunto para garantizar la seguridad de viandantes y vehículos mediante el vallado del perímetro del inmueble, acompañado de la prohibición de estacionar vehículos en las inmediaciones. También se procederá a asegurar puertas y ventanas con el fin de impedir que personas puedan acceder al interior. «Poco más podemos hacer siendo una propiedad privada», reconocieron estas mismas fuentes.

La gota que ha colmado la paciencia del equipo de Gobierno aconteció en la tarde del pasado domingo, cuando un incendio al parecer provocado por la quema de un colchón -según una de las hipótesis que se barajan-, provocó un incendio que obligó a los bomberos a emplearse a fondo durante dos horas para extinguir las llamas. Por suerte el suceso se saldó sin daños personales, no como sucedió en septiembre de 2010, cuando una persona que dormía en el interior resultó herida al saltar por una ventana tras desatarse un fuego por el lanzamiento de un objeto incendiario desde el exterior.

Promoción frustrada

La fábrica cesó su actividad hace siete años y desde esa fecha se ha convertido en un quebradero de cabeza tanto para el equipo de Gobierno como vecinos, después que fracasase un intento por sacar adelante una promoción urbanística en la zona, debido a que la iniciativa privada encargada de liderar el proyecto renunciará al mismo.

Por su parte, el grupo municipal del PSE, volvió a reiterar ayer que la batería de medidas adoptadas ahora «llega muy tarde» para acabar con una situación que «venimos denunciando desde hace mucho tiempo». Su portavoz, Juan Otermin, consideró que «sólo la suerte, ha evitado que ocurra una desgracia personal que luego todos lamentaríamos». El edil achacó haber llegado a este punto a «la desidia del equipo de Gobierno, incapaz de tomar en serio nuestras advertencias».