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Tsipras chupa el sobre de la papeleta en un colegio electoral de Atenas.
Grecia: los entresijos de un referéndum que tiene en vilo a toda Europa

Grecia: los entresijos de un referéndum que tiene en vilo a toda Europa

Casi once millones de personas están llamadas a las urnas para pronunciarse sobre una pregunta incomprensible en un país asfixiado por la crisis y que se debate entre más sacrificios y la incertidumbre total

Eider Burgos

Domingo, 5 de julio 2015, 01:35

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Grecia acude hoy a las urnas para decidir en referéndum su futuro económico. Ser o no ser. Sí o no. Aceptar el paquete de medidas de austeridad que le exigen sus acreedores europeos a cambio de un nuevo rescate o rechazarlo, declarar el impago de la deuda y abandonar la eurozona. La UE contiene el aliento. Y los priopios griegos, también.

La nación está dividida. Las encuestas no se decantan de manera clara por uno u otro lado, mientras un país exhausto por la crisis, descreído de la política y abierto en canal reflexiona sobre si apuesta por el euro, aunque sea a costa de más sacrificios, o se lanza a un porvenir incierto tras largos años de penurias y sufrimientos.

Estas son las claves de una consulta decisiva para Grecia y para el conjunto de Europa.

-Se vota en el lugar de nacimiento, no en el de residencia

En total, 10.837.118 ciudadanos griegos están llamados hoy a las urnas. La particularidad de la consulta es que los participantes deben votar en su lugar de nacimiento, no en el de residencia, y no se admite el voto por correo. El Gobierno ha mediado ante las empresas de transportes para rebajar el precio de los billetes hoy y facilitar el desplazamiento de la población. Aún así, los cientos de miles de griegos en condiciones de extrema necesidad tras una devastadora recesión dificílmente podrán dedicar unos euros, por pocos que sean, para viajar a sus ciudades natales a depositar su papeleta.

Tanto el censo electoral como los colegios (19.000) serán los mismos que los utilizados durante las elecciones generales griegas el pasado 25 de enero, cuando venció el partido de izquierdas Syriza. Los militares, los policías y los presos contarán con centros electorales especiales.

La normativa exige una participación del 40% del electorado para que el referéndum sea válido. Sin embargo, al problema de la movilidad se le suma la premura con la que ha sido convocado -con tan solo seis días hábiles para su organización-, con lo que se espera que gran parte de la población griega residente en el extranjero no pueda intervenir.

¿A qué hora se conocerán los resultados?

Los colegios electorales abrirán a las siete de la mañana hora local (las seis de la mañana en España) y cerrarán doce horas más tarde, a las 19.00 horas. Debido a que solo existen dos opciones de respuesta, el Gobierno estima que bastarán una o dos horas para conocer los primeros resultados. El resultado final se espera hacia las ocho de la tarde en España.

¿Cúal es la pregunta del referéndum?

La cuestión sobre la que los votantes deberán decantarse ha sido harto criticada por interminable e incomprensible: "¿Tenemos que aceptar el proyecto de acuerdo que fue presentado por la CE, el BCE y el FMI en el Eurogrupo del 25/06/2015, que se compone de dos partes y que constituyen su única propuesta?". A su lado, se adjuntan los títulos de los dos documentos a los que se hace referencia: "Reformas para la finalización del programa actual y más allá" y "Análisis preliminar de la sostenibilidad de la deuda". Como respuestas, "No" (no las acepto, aparece en primer lugar) y "Sí" (sí las acepto).

Tanto la pregunta como el contenido al que remite es de complicada comprensión para un votante medio. Solo la televisión pública ERT ha dedicado minutos de emisión para explicar de formar pormenorizada cada uno de los puntos que incluye (y no todos). La publicación de los dos textos por la Comisión Europea un día después de lo que marca el referéndum y con algunas correciones posteriores no ha hecho más que complicar su lectura.

¿Es el referéndum inconstitucional?

No son pocos los que han denunciado las irregularidades del evento. En primer lugar, la Constitución griega exige un plazo mínimo de un mes para organizar un referéndum; en el presente caso, apenas se ha dispuesto de seis días hábiles. Además, los documentos a aceptar hoy o no en la consulta tratan asuntos de materia fiscal, algo prohibido en un evento de este tipo según la ley del país heleno. Pero lo más destacable es que la propuesta de la UE a la que las papeletas hacen referencia ya ni siquiera está vigente.

¿Cuánto ha costado?

El Gobierno heleno cifra los gastos en 20 millones de euros, entre la impresión y la distribución de las papeletas, la movilización de los equipos de seguridad y el equipamiento informático necesario para realizar la consulta. La oposición, en cambio, infla las cuentas hasta los 120 millones de euros, según dicen, en base a datos oficiales del ministerio de Finanzas.

¿Qué medidas se han tomado para el día de la consulta?

Para fomentar la participación en el referéndum y evitar 'distracciones', se cancelaron todos los eventos deportivos previstos para el fin de semana. También las competiciones que ya hayan comenzado o que son internacionales. Es el caso del Mundial de Baloncesto, categoría júnior, que se disputa en Creta, el Campeonato de Ciclismo de Montaña de los Balcanes, que se desarrolla en el norte de Grecia, y la Copa Mediterránea de natación, en Alexandrúpolis, al norte del país.

El Gobierno ha querido calmar los ánimos y echar un capote a la población tras la restricción de extracción de capital por parte de los bancos, por lo que hoy el transporte urbano -tanto el metro como los autobuses y el travía- será gratuito en Atenas.

¿Quiénes apoyan el 'sí' y quiénes el 'no'?

Partidarios del 'no'. El Gobierno de Alexis Tsipras, que ha convocado el referéndum como un órdago a la Troika -el BCE, la UE y el FMI- y que, con pequeñas diferencias, ha rechazado en bloque las medidas austeras impuestas por Europa. Syriza, el partido del primer ministro, obtuvo 2.246.064 votos en las elecciones que le llevaron al poder. Algunos de sus dirigentes más europeístas habrían preferido un acuerdo con la UE. También propugnan el 'no' partidos de la extrema izquierda sin representación en el Parlamento, como Antarsya (sumó 39.445 votos en los últimos comicios), y los Griegos Independientes (Anel), de la derecha nacionalista y socios del Gobierno de Tsipras, que sumaron 293.371 papeletas.

Partidarios del 'sí'. Los partidos proeuropeos, como el conservador Nueva Democracia (el segundo con mayor representación en el Parlamento, que obtuvo 1.718.815 votos en las elecciones que dieron el poder a Syriza), el debilitadísimo e histórico Pasok (289.482) y el liberal To Potami (373.868). También el Movimiento de Socialistas Democráticos (152.230 papeletas), al que pertenece el exprimer ministro socialista Yorgos Papandreu; la patronal, que aunque no se ha pronunciado explícitamente sí ve la necesidad de un acuerdo urgente para que no repercuta en la situación económica; los agricultores, que por tradición han concedido su voto a la facción más tradicional de la política griega; y un conjunto de entidades empresariales y sociales que han dado su poyo unánime a permanecer en la Eurozona.

No saben o no contestan. Por un lado, el Partido Comunista de Grecia (KKE), que votó en contra de la convocatoria y llegó a proponer su propio referéndum que finalmente no fue aprobado. En las elecciones tuvo el apoyo de 338.138 griegos. Por otro, la formación de extrema derecha Amanecer Dorado (388.447). El partido neonazi, que dispone de 17 escaños, dio el visto bueno para realizar una consulta, pero no ha vuelto a pronunciarse desde entonces.

¿Qué dicen las encuestas?

Ninguna se decanta de manera clara por una u otra opción. Todos los augurios apuntan a un resultado apretado. Según el último sondeo realizado por el diario griego 'Ethnos', el 44,8% de los votantes griegos se mostrarían favorables a volver a negociar con la 'troika'. Una escasísima ventaja sobre aquellos que respaldarían el 'no', un 43,3%. Los indecisos rondarían el 12% del total.

Otra encuesta realizada por Bloomberg, en cambio, le da la vuelta al resultado a favor del rechazo de la propuesta de austeridad de los acreedores europeos, solo 0,5 puntos por delante de los que sí lo aceptarían: 43% para el 'no', 42,5% para el 'sí'.

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