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El fiscal de Marserlla, Brice Robin, durante la rueda de prensa en la que ofreció los detalles del caso.
Esto fue lo que pasó en la cabina del Airbus A320

Esto fue lo que pasó en la cabina del Airbus A320

El copiloto, Andreas Lubitz, de 28 años, dejó fuera al comandante y "voluntariamente" permitió la pérdida de altitud del aparato. El oficial estuvo vivo hasta el impacto, según el relato del fiscal que investiga el caso

Aitor Alonso

Jueves, 26 de marzo 2015, 13:03

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El copiloto del vuelo 4U9525 de Germanwings entre Barcelona y Düsseldorf, identificado como Andreas Lubitz, de nacionalidad alemana y de 28 años, tomó la decisión de estrellar el aparato, se desconoce por qué motivos, y aprovechó un momento en el que el comandante del vuelo había salido de la cabina para llevar adelante su plan, que terminó con la vida de 150 personas, cincuenta de ellas de nacionalidad española. Ésta es la hipótesis principal con la que trabaja y que ha comunicado públicamente con total transparencia de datos el fiscal de Marsella que investiga el caso, Brice Robin, tras recibir los informes de los expertos sobre lo que se escucha en la primera de las dos cajas negras del aparato, la que registra los sonidos de la cabina.

El sorprendente relato está basado en dos suposiciones que se dan por ciertas. La primera, que el copiloto dejó fuera de la cabina de forma deliberada al comandante cuando éste salió supuestamente al baño, dado que no le dejó entrar de nuevo a pesar de que el oficial aporreaba la puerta de cabina. La segunda, que Lubitz hizo descender el aparato de forma manual, controlada y consciente hasta que impactó con el terreno. Los ocupantes, según la grabación, solo se apercibieron de que iban a estrellarse inmediatamente antes del impacto, que es cuando se se escuchan sus gritos en la grabación.

Éste es el relato esquemático de lo que ocurrió en la cabina del A320 de Germanwings estrellado en los Alpes franceses, de acuerdo a lo transmitido este jueves con notable claridad por el fiscal del caso, Brice Robin. El relato está basado en lo que se escucha en la grabación de la caja negra, que abarca media hora de vuelo.

1. Durante los primeros 20 minutos de la grabación se escuchan conversaciones normales entre el comandante y el copiloto. La conversación es correcta y cortés, dentro de los parámetros habituales, señaló el fiscal.

2. Con posterioridad, el comandante prepara el briefing del aterrizaje (lista de tareas que hay que hacer) en Düsseldorf. El copiloto da respuestas lacónicas, breves, cortas, sin diálogo.

3. Posteriormente, el comandante pide al copiloto que asuma los mandos. Se escucha el ruido de una silla que se desplaza y de la puerta que se abre y se cierra. Legítimamente se entiende que el comandante se ausenta para ir al baño.

4. Entonces queda el copiloto a los mandos y cuando queda solo manipula el botón del Flight Monitoring System para accionar el descenso del aparato. Esta actuación es obligatoriamente voluntaria.

5. Se escucha cómo el comandante aporrea la puerta para pedir al copiloto que le abra. El comandante se identifica, pero no hay respuesta. El comandante llama desde fuera y el copiloto no da respuesta.

6. Se escucha ruido de respiración humana normal en la cabina, de manera que se entiende que el copiloto está vivo y bien de salud. La respiración se sigue escuchando hasta el impacto final. No hay ninguna indicación de que el copiloto perdiera la consciencia ni nada parecido.

7. Se escucha el intento de contacto desde la torre de Marsella. No hay respuesta por parte del copiloto. La torre da el código de peligro y tampoco hay respuesta. La torre intenta comunicar hasta en tres ocasiones.

8. Se siguen escuchando golpes en la puerta.

9. Se escucha el primer golpe contra el talud, el primer impacto del avión en el suelo. Justo antes del impacto se escuchan los gritos del pasaje (el fiscal aclaró que solo se escucharon inmediatamente antes del impacto).

10. Como consecuencia del análisis de la grabación, el fiscal, que ha abierto investigación por homicidio imprudente (calificación que será revisada, ha señalado Robin), entiende que el copiloto estrelló el avión mediante una actuación voluntaria, es decir, de forma deliberada y consciente. Primero porque voluntariamente no deja entrar al comandante y después inicia un descenso de mil metros por minuto, un descenso controlado y manual. Las razones se ignoran. El copiloto, Andreas Lubitz, de 28 años, era de nacionalidad alemana. El fiscal entiende que no hay "nada que haga pensar que es un atentado terrorista. Ahora estudiaremos el entorno de esta persona", ha indicado. El entorno del copiloto está siendo investigado por la policía francesa y alemana. De hecho, su vivienda en Dusseldorf ha sido objeto de registro.

El presidente de Lufthansa ha declarado este jueves que la compañía está conmocionada por las revelaciones sobre la tragedia. El piloto, ha asegurado Carsten Spohr, "era apto al cien por cien y su actitud era impecable", ha afirmado en rueda de prensa.

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