Trump ya supera a Hillary Clinton en los sondeos

La campaña de Clinton señala que ayer mismo otra encuesta encargada por The Wall Street Journal y la NBC la situaba tres puntos por delante del millonario al que tendrá que batir en noviembre, pero incluso en ésta la trayectoria debería preocuparle. Apenas el mes pasado aventajaba en 11 puntos a Trump, lo que quiere decir que éste avanzó 8 puntos en un mes, según el Journal, y once en la de The Washington Post.

Clinton es responsable de ese auge, ya que el 53% de quienes votarán a Trump dicen hacerlo sólo para evitar que ella llegue al poder. Nunca en la historia de las encuestas se han batido dos candidatos presidenciales que desaten tanta antipatía entre el electorado. Y en eso van de la mano: el 57% los ve de forma desfavorable.

Mientras Trump mejora poco a poco esta percepción, la de Clinton no varía, porque la ex primera dama lleva 30 años en el ojo público y todo el mundo tiene de ella una idea forjada. Su esperanza está en aumentar el electorado, porque cuando la encuesta se realiza entre todos los adultos, en lugar de entre todos los registrados para votar, sus resultados mejoran sustancialmente hasta darle la victoria por seis puntos.

Eso pone el foco de atención sobre los hispanos, el sector que menos ha participado en el proceso electoral. En parte, porque muchos no han regularizado su situación migratoria pero también porque no se sienten integrados. La cadena hispana de más audiencia, Univisión, ha emprendido una campaña para incentivar la participación con la que ha logrado registrar ya a más de 100.000 nuevos electores.

Candidata de minorías

Clinton es sin duda la candidata de las minorías. Trump se gana a un 57% de los anglosajones, pero Clinton se lleva al 69% de los demás. El magnate debe su avance en las encuestas a la reciente unidad del partido conservador, que ante su inevitabilidad se ha agrupado en torno a él. El 85% de los republicanos en la encuesta de The Washington Post y el 86% en la de The Wall Street Journal dicen que votarán por él. El movimiento #NeverTrump ya es historia, como también el hombre que lo inspiró, Mitt Romney.

Si bien el 44% del electorado se declara insatisfecho con los candidatos y querría un tercer partido, sólo el 22% votaría por Romney si se presentara, y perdería frente a Clinton y Trump. Una tercera vía dañaría al candidato republicano, lo que explica que el establishment del partido prefiera taparse la nariz y rendirle pleitesía. Hasta su torre de la Quinta Avenida llegó ayer el senador Bob Corker, presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, y uno de los que más pronto optó por alabarle cuando quedó clara su candidatura. Su nombre se baraja entre los candidatos a vicepresidente que estudia Trump. Los votantes valoran la experiencia de Clinton pero creen que Trump traerá el cambio a Washington. Para compensar su falta de experiencia busca un político con experiencia como esos a los que critica a diario.