Patricia Llosa, a dieta en Marbella

Cosas de la vida. Mientras Mario Vargas Llosa anda de aquí para allá con Isabel Preysler del brazo, Patricia, su exmujer, ha vuelto como hacía cada año el matrimonio antes de que su vida conyugal saltara por los aires a la clínica Buchinger. Patricia, que a falta de marido ha acudido acompañada por su hijo Álvaro y su nuera Susana, pasa unos días en el famoso sanatorio marbellí en donde uno lo mismo pierde cinco o seis kilos (todo depende de lo que dure la estancia) que encuentra la paz entre zumo y zumo, caldo de verdura, infusiones y miel; lo que viene a ser el menú de cada día. La prima de naricita respingada ha recuperado la alegría junto a sus tres hijos. Desde que el Nobel la dejó, ellos se han convertido en su bastón.