Borrar
Nacho Montes y Alicia Rueda destacan el último modelo que la Reina Letizia lució en los Premios Princesa de Asturias como el mejor en el binomio entre Felipe Varela y la Reina.
Varela quiere reinar en Cibeles

Varela quiere reinar en Cibeles

El diseñador de cabecera de doña Letizia regresa a la pasarela madrileña después de un sonado mutis de 14 años. ¿Arriesgará como antaño?

ester requena

Sábado, 20 de febrero 2016, 00:58

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

La estrella de este año de la pasarela Cibeles lleva esculpido hasta el último músculo de su cuerpo, cabeza rapada y lujosos brillantes en las orejas. Pese a su gusto por la buena ropa y sus hechuras de modelo, con sus bien llevados 47 años, no desfila. Al protagonista de esta edición de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid pocos le ponen cara, pero todo el mundo conoce su nombre: Felipe Varela. O lo que es lo mismo, el modisto oficial de la Reina Letizia y quien la viste para los grandes acontecimientos desde hace una década. Tras 14 años de ausencia por desavenencias con la organización, el diseñador regresa a los desfiles madrileños por la puerta grande. Y lo hace con la excusa del vigésimo aniversario de su debut en Cibeles y con la nueva denominación de Varela a secas para medirse de nuevo con las grandes agujas españolas.

Pero ni por esas concede entrevistas, obsesionado hasta lo patológico por la discreción. Algunos incluso dudan de que salga a saludar tras la presentación de su colección en el desfile, como es preceptivo en estas ocasiones. «Debería hacerlo, aunque fuese un segundo, después de tantos años sin pisar Cibeles», apunta un crítico de moda.

De lo que no hay duda es de que doña Letizia, por más amiga íntima que sea, no estará en el front row: levantaría suspicacias en el sector que se dejara caer por este evento por primera vez para apoyar a su diseñador de cabecera. Sí se espera, en cambio, que asome por allí la modelo francesa Alexandrine Saint Guilhem, la otra musa del modisto, que vive desde hace unos años en París. Mientras Varela se centra en sus bocetos en la capital del Sena, en Madrid su madre y algunos de sus ocho hermanos se encargan del día a día de su atelier.

Amigos modernillos

«Felipe es muy sibarita. Le encantan los buenos restaurantes, los mejores hoteles, las antigüedades...», detalla una persona próxima al diseñador, a quien su círculo califica de «educado, simpático y cariñoso». Viaja con frecuencia a Madrid, donde acude a La Zarzuela para hacerle las últimas pruebas a su maniquí favorita: la Reina. «Podría fardar, pero no lo hace. Su panda de amigos es corriente. Modernillos, pero sin ser niños pijos», detalla un asiduo a sus cenas.

Con tres meses de adelanto, Varela recibe la agenda oficial de doña Letizia en su correo. Hace los bocetos pertinentes, que luego ambos retocan, y de ahí al taller madrileño donde las costureras trabajan con un maniquí con las medidas exactas de doña Letizia, muy poco dada a cambios de peso. Para las grandes ocasiones, como la boda de Guillermo de Inglaterra y Kate Middleton, Varela incluso viaja con ella para darle los últimos retoques y que luzca perfecta ante los millones de ojos que escrutan a una de las mujeres mejor vestidas de la realeza.

El diseñador ha ido creciendo en estos años a medida que su nombre cogía caché a nivel internacional de la mano de su amiga. Es su mejor publicidad. Cada vez que doña Letizia estrena un modelito, uno similar se muestra en los escaparates de su tienda de Ortega y Gasset, en plena milla de oro madrileña.

Pero nunca son iguales: cambia el color o algún detalle, para que las prendas del armario de Zarzuela sigan siendo exclusivas. Los precios oscilan entre los 400 y 3.000 euros. Algunos incluso han llegado a formar parte de su sección outlet, por debajo de los 200 euros.

El Varela que conquistó a la entonces Princesa de Asturias en 2003 ha cambiado mucho. Juntos han evolucionado desde que Letizia se quedase prendada de una chaqueta de la Infanta Elena y le preguntase de quién era. Jaime Marichalar le presentó a su autor y el flechazo con su otro Felipe fue instantáneo. Le encargó que vistiese a su madre y hermanas para la boda real y el modisto pasó la prueba con matrícula de honor.

Desde entonces no solo la engalana para sus ocasiones más importantes -con la salvedad de su propio vestido de boda, que firmó Pertegaz-, sino que conforma su círculo más íntimo de amigos. Él le pidió consejo para su boda secreta con el galerista cubano Jael Norberto Vázquez en un pueblecito de Salamanca, hace seis años.

«Antes, la imagen que yo tenía en la retina de doña Letizia era de sastre rancio, que no estaba al día de las tendencias o innovaciones -asegura el periodista especializado en moda Nacho Montes-. Cuando Varela empezó a vestir a la princesa, todavía tenía ese perfume a estancado. Ella era demasiado agresiva en unos looks y farragosa en otros. Ambos han evolucionado y juntos han encontrado el camino para lograr que vaya adecuada a los sitios».

- ¿Y cree que Varela va a sorprender en su regreso a Cibeles?

- No creo. Pienso que nos vamos a encontrar en la pasarela todas estas cosas que lleva la Reina últimamente. No va a haber nada que innove ni nada exagerado que no pudiese ponerse la monarca en unos días. Ningún shock. Un diseñador que está expuesto día y noche a la opinión pública a través de la Reina, ¿cómo va a llegar a la pasarela y convertirse en innovador? Es imposible.

El reto es arriesgar

Sin embargo, en su debut en la pasarela madrileña hace dos décadas impresionó con propuestas que se desmarcaban de las tendencias del momento, con cierto aire a uno de sus máximos referentes, Thierry Mugler, de patrones entallados y mujeres casi galácticas.

«En arriesgar está el reto: que nos deje con la boca abierta, que no sea una colección que ya conocemos por lo que hemos visto a Letizia -sentencia la diseñadora bilbaína Alicia Rueda-. Dando este paso más, haría que nos rindiéramos a sus pies y dijésemos: ha hecho un trabajo espectacular, correcto y adecuado para doña Letizia, pero como diseñador llega más allá».

Y guardando secretos Varela pasa por un genio, así que la incógnita no se despejará hasta el lunes sobre la pasarela.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios