La tensión inflacionista en EE UU no ayuda

La publicación del dato de inflación en Estados Unidos le provocó una nueva recaída que le llevó a romper a la baja ese mínimo previo de los 11.540 puntos. Pero, al final, terminó el día un poco más arriba, en los 11.554,20 puntos, lo que supone un recorte del 0,36%. Se comportó un poco peor el Dax alemán, que se dejó un 0,42%. Y mejor el Cac 40 francés, que retrocedió un 0,07%. El PSI-20 de Lisboa cerró prácticamente plano. En verde terminaron el Ftse Mib de Milán y el Ftse 100 de Londres: ganaron un 0,18% y un 0,26%, respectivamente.

Los datos económicos publicados en Europa no fueron malos. El PIB alemán del primer trimestre cumplió las previsiones, al crecer a un ritmo trimestral del 0,3% e interanual del 1%. Batió expectativas el crecimiento del gasto estatal, así como la inversión en capital. Ambos lograron compensar la decepción propinada por la demanda interna. Después, se conoció el Ifo, el índice de confianza empresarial, que se comportó mejor de lo esperado, al retroceder desde los 108,6 hasta los 108,5 puntos, cuando los expertos esperaban que bajara hasta los 108,3 puntos.

Pero las noticias que llegaban de Grecia no eran muy positivas. En la noche del jueves al viernes se habían reunido el primer ministro heleno, Alexis Tsipras, con la canciller alemana, Angela Merkel, con ocasión de la reunión de líderes de Estado y de Gobierno que se celebra en Riga y que no cuenta con la presencia del presidente español, Mariano Rajoy. Ésta, al término de la reunión, afirmó que todavía queda mucho trabajo por hacer antes de llegar a un acuerdo que desbloquee el último tramo del segundo rescate que el Grupo de Bruselas sigue reteniendo, lo que podría ser la causa de un posible impago del país. El ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schaeuble, como es habitual en él, echó más leña al fuego y afirmó que si no hay acuerdo próximamente, Grecia podría necesitar establecer una moneda paralela.

La inflación, cerca de los objetivos de la fed

En Estados Unidos, lo que vino a enturbiar del todo el ambiente fue el dato de inflación publicado en Estados Unidos. Sobre todo el de la inflación subyacente, es decir, el índice de precios que elimina sus elementos más volátiles, es decir, alimentos y combustibles. Éste subió un 2,6% en los últimos tres meses en cifras anualizadas. Se trata de la mayor subida desde agosto de 2011. Este indicador, pues, se encontraría ya en niveles cercanos a los objetivos de la Reserva Federal norteamericana y podría justificar que la institución comenzara a subir los tipos de interés próximamente. Los expertos creen que la subida del precio del crudo, así como de los alquileres de las viviendas y de los costes sanitarios podrían provocar que próximamente la inflación se coloque en niveles que ronden el 2%, lo que incrementará las tensiones que siempre generan las subidas de los tipos.

Los inversores comenzaron a pensarlo al publicarse el dato de inflación. Porque Wall Street comenzó la jornada a la baja y los tipos de interés de la deuda americana subieron, aunque levemente. Donde más se notó el efecto fue, de todas formas, en el tipo de cambio euro-dólar. Cuando se publicó el IPC, el euro, que superaba el nivel de 1,1150 unidades, cayó hasta tocar el nivel de 1,10 dólares, aunque en el último tramo de la jornada repuntó un poco hasta 1,1031 dólares.

En el selectivo español, el Popular encabezó los ascensos, con una revalorización del 1,18%. A continuación, Enagás, que se anotó un 0,31%. Mientras, CaixaBank y BME se anotaron alrededor de un 0,20%. Sabadell, Bankinter, Técnicas Reunidas, Bankia y Repsol se anotaron alrededor de un 0,10%. Ferrovial, ACS, Inditex y Jazztel también se salvaron de los recortes, pero sólo fueron capaces de cerrar la jornada en tablas.

En negativo, las mayores pérdidas correspondieron a IAG, que retrocedió un 2,28%, seguido de Indra, OHL, Amadeus y ArcelorMittal, que fueron los valores que se dejaron más de un punto porcentual. Entre los grandes, Telefónica fue el peor, con un descenso del 0,64%. Iberdrola se dejó cerca de medio punto porcentual. Santander y BBVA, un 0,35% y un 0,27%, respectivamente.

En el Índice General de la Bolsa de Madrid, Urbas encabezó los ascensos, con una revalorización del 5,26%. Después, Amper, que se anotó un 4,82%. Logista, mientras, subió un 3,64%. En negativo, el peor fue Quabit, con un descenso del 5,21%, mientras que Prisa, Inypsa, Codere y Lingotes retrocedieron más de un 4%.

Deuda: comportamiento dispar

En el mercado de deuda, la subida de las rentabilidades estuvo limitada a las de los bonos de algunos países de la periferia. Así, el rendimiento del bono español a diez años subió desde el 1,78% hasta el 1,79%, mientras que el del bono portugués subió desde el 2,41% hasta el 2,46%. Peor le fue, claro, a la deuda griega. La rentabilidad del título heleno a diez años subió desde el 11,23% hasta el 11,4%, y la del bono a dos años rozó el 23,5%. La Bolsa griega, mientras, se dejó un 0,65%.

Pero bajó la rentabilidad de los bonos core, como la del alemán: desde el 0,65% hasta el 0,60%. ¿Porque el mercado ve riesgos y quiere refugiarse en títulos seguros?

En el mercado de materias primas, vimos caídas del precio del barril de Brent: retrocedió un 1,79%, hasta los 65,35 dólares. El de West Texas, un 1,55%, hasta los 59 dólares. El oro, mientras, repuntó levemente, hasta los 1.206,5 dólares.