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El Gobierno vasco se ha mostrado dispuesto a ayudar financieramente al astillero, aunque ha exigido que antes se clarifique la situación.
La Naval no consigue ejecutar la ampliación de capital que necesita para su viabilidad

La Naval no consigue ejecutar la ampliación de capital que necesita para su viabilidad

Murueta y Naviera del Nervión asumen el liderazgo en la gestión pero está pendiente la renegociación con la banca

Manu Alvarez

Lunes, 15 de mayo 2017, 12:41

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La junta general de accionistas del astillero La Naval no ha conseguido materializar hoy la ampliación de capital necesaria para reflotar el astillero, sumido en una crisis importante como consecuencia de las pérdidas acumuladas durante los últimos ejercicios. La junta sí ha aprobado una recomposición del consejo de administración, que permite a Astilleros Murueta y Naviera del Nervión tener mayoría en el máximo órgano de gestión de la sociedad.

Los accionistas habían sido convocados para la mañana de hoy con el objetivo de visualizar una inyección de capital en la sociedad, ya que las pérdidas de los últimos años han colocado a la empresa en una de las causas legales de disolución. Las pérdidas han agotado los fondos propios y la empresa necesita urgentemente recomponer su equilibrio patrimonial.

Fuentes consultadas por EL CORREO apuntan a que la recomposición del consejo acordada hoy permite cumplir los deseos de Ingeteam de alejarse de la gestión del astillero, al tiempo que la empresa gana tiempo para intentar recomponer su accionariado. La clave de la cuestión se centra en una negociación con la banca, a la que se le exige el perdón de una parte de su deuda. Aunque la empresa no ha desvelado cifras concretas, algunas fuentes sitúan esa exigencia de quita entre el 30% y el 40%. También está pendiente cerrar otra negociación con los armadores de los últimos buques encargados al astillero, que acumulan un notable retraso, con el objetivo de ampliar los plazos de entrega y reducir con ello las penalizaciones en las que puede incurrir el astillero. Unas penalizaciones que pueden situarse ya en torno a los 20 millones de euros.

El elemento final de todo este proceso sería la entrada de un nuevo socio financiero -se especula con la posibilidad de que sea un fondo de inversión-, que ayudaría a restaurar el equilibrio patrimonial. Todo apunta a que este socio ha condicionado su entrada en el accionariado a conseguir un buen acuerdo tanto con la banca como con los armadores, para minimizar las indemnizaciones.

Por otra parte, el Gobierno vasco se ha mostrado dispuesto a ayudar financieramente al astillero, aunque ha exigido que antes se clarifique la situación de su accionariado y también la recapitalización del mismo.

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