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Trabajadores de ITP trabajando con un motor en la planta de Zamudio.
ITP se fija en los hospitales para fabricar piezas de motores de avión

ITP se fija en los hospitales para fabricar piezas de motores de avión

La empresa aeronáutica copia del sector de la salud los procedimientos para hacer radiografías de piezas críticas

Manu Alvarez

Lunes, 20 de abril 2015, 01:27

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¿Hay alguna conexión entre un hospital y una factoría donde se producen piezas para motores de aviación? Aparentemente no, más allá de alguna que otra bata blanca. Sin embargo, la hay. Industria de Turbopropulsores, ITP, que fabrica partes sustanciales de muchos motores de avión y que tiene su sede y la factoría principal en el Parque Tecnológico de Zamudio, se ha fijado en el sector hospitalario para imitar -digamos aprender, que suena mejor- el procedimiento de radiografía de las piezas críticas y muy en especial de las soldaduras. Sí, las piezas que equipan los motores de los aviones también son sometidas a una verificación similar a las de las tibias y los peronés.

Los responsables de ITP reconocen que se han fijado y han aprendido mucho del sector hospitalario en una disciplina, la radiología, que para estos últimos es habitual y que sin embargo en el mundo de la industria forma parte de las 'rarezas' de algunos trabajos sofisticados. Para un hospital, hacer una radiografía es algo necesario y es una tarea que se ejecuta de forma masiva. Para ITP también es una necesidad imprescindible, hay que ver allí donde el ojo humano no llega, y la preocupación como en cualquier otro proceso industrial es conseguir hacerlo de la forma más eficaz posible, en el menor tiempo y también con los menores costes que se puedan conseguir.

La pasada semana, ITP mostró a los medios de comunicación la planta de Zamudio en la que fabrica los TBH. Una gran estructura metálica -de una aleación de niquel- de forma circular, compuesta por decenas de pequeñas piezas que se ensamblan mediante sofisticados procedimientos de soldadura y que tiene una misión fundamental en las aeronaves: servir de estructura de unión entre el ala del avión y el motor. Aseguran los especialistas que un motor puede seguir funcionando con normalidad -o casi- aunque se rompa alguna pieza en su interior. Incluso señalan que es más que habitual que eso suceda durante un vuelo y que la carcasa que envuelve el motor está preparada para contener esas piezas. La rotura del TBH, sin embargo, no tiene vuelta atrás, ya que sería como el preludio de que el motor se va a separar del ala, para tener un rumbo propio. De ahí que la consistencia de ese TBH y de sus soldaduras sea realmente decisiva para garantizar la seguridad de los aviones y justifica que cada una de esas piezas sea sometida a una radiografía completa, a la búsqueda de poros y defectos en su estructura.

Los técnicos de ITP reconocen que para mejorar el procedimiento de su sistema de radiología, lejos de ponerse a inventar cosas nuevas, decidieron investigar qué procedimientos utilizaban los hospitales para organizar el flujo de trabajo: preparar las placas, realizar las radiografías y posteriormente analizarlas. Todo con tal de que los usuarios tengan un "vuelo sano".

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