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j. a. bravo
Jueves, 26 de marzo 2015, 00:09
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Jugada redonda para los inversores y algo incierta para los consumidores. La fusión entre Kraft Foods y Heinz, anunciada ayer desde Nueva York, alumbrará el quinto mayor grupo mundial de alimentación y bebidas, y el tercero de Estados Unidos. Las cifras de la operación resultan mareantes: la nueva compañía puede superar los 50.000 millones de dólares de cotización (45.600 millones de euros), con una facturación anual que estará por encima de los 28.000 millones de dólares (25.500 millones de euros).
Para los clientes, la nueva corporación supondrá unir bajo un mismo paraguas marcas tan conocidas a nivel internacional como Oscar Mayer, Philadelphia, Tassimo y Orlando, amén de las propias salsas y cremas de Heinz y Kraft. Los accionistas, por su parte, ganarán un dividendo del 25%.
Heinz lleva dos años en manos de la firma Berkshire Hathaway, el brazo inversor del magnate estadounidense Warren Buffet, y del fondo de inversión 3G, dirigido por el millonario brasileño de origen suizo Jorge Paulo Lemann. En febrero de 2013 desembolsaron 28.000 millones de dólares (22.000 millones de euros) por la marca de ketchup y sus productos asociados, en lo que fue la mayor operación de la industria alimentaria. A Berkshire y 3G les bastará con invertir 9.100 millones de euros para hacerse con una empresa que vale cuatro veces más.
Una vez asumido el control, Buffet y Lemann sacaron a Heinz de la Bolsa, previo pago de una prima del 20% a los socios para ganar su respaldo, además de asumir la deuda. Fue algo parecido a lo que hizo el fondo 3G en septiembre de 2010 con Burger King, cuando se adquirió la cadena de comida rápida por 4.000 millones de dólares (3.100 millones de euros) y un premio del 46% a sus accionistas.
Visto lo exitoso de la fórmula, ambos financieros la han repetido con Kraft Foods. La diferencia es que seguirá cotizando en el mercado, al menos a medio plazo. El argumento para excluir a Heinz fue que necesitaban «reestructurarla» sin la presión de los mercados, aunque creen que apenas hará falta hacer lo mismo con su nueva adquisición. Porque aunque el nacimiento de la nueva Kraft Heinz Company se ha vendido como una fusión, en la práctica la segunda compra a la primera. El 51% del capital estará en manos del binomio Buffet-Lemann, mientras que el 49% corresponderá a los actuales socios de Kraft Foods, que recibirán un dividendo extra del 25% .
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