El conflicto de los estibadores pone en peligro el futuro de algunos puertos españoles

Todos los expertos apuntan a la futura desaparición de buena parte del tráfico de contenedores de Algeciras, del que hoy viven nada menos que 1.800 de los 6.000 estibadores que hay en España. El puerto de Algeciras mueve cada año unos 100 millones de toneladas de mercancías en contenedores -3,3 veces el movimiento total del puerto de Bilbao-, porque es un punto clave en el tráfico entre Oriente y América. Muchos contenedores que vienen de un lado y otro del planeta se descargan en Algeciras para tomar a partir de ahí una nueva ruta hasta su destino final. Es lo que se conoce como un 'puerto hub'. Pero el principal operador de esta instalación y también el líder mundial en el movimiento de contenedores, la compañía danesa Maerks, ha acelerado sus inversiones en el puerto de Tánger para hacer desde los muelles marroquís precisamente lo mismo que hace en Algeciras. Claro que bastante más barato. Cosas de la economía capitalista. Los expertos insisten en que en un plazo más o menos breve, Maerks reducirá de forma ostensible su operación en Algeciras para poner el acento en Tánger. Un total de 1.800 estibadores tienen su puesto de trabajo en peligro y no está Andalucía para perder empleos, por bajo que sea el valor añadido.

Afortunadamente, el Puerto de Bilbao se encuentra al abrigo de esta situación ya que es la puerta de entrada y salida de las mercancías del área de influencia. Esto es, el tráfico que se genera en sus instalaciones no es una consecuencia de los transbordos que se puedan producir en las diferentes líneas marítimas, sino de la actividad de exportación e importación de mercancías de una parte importante de España. El problema del conflicto de la estiba en Bilbao, sin embargo, está en la competencia que pueden hacer otros modos de transporte, como es el caso de la carretera.

En cualquier caso, el conflicto está a la vuelta de la esquina y en realidad ya ha comenzado, con una especie de huelga de celo de los estibadores, que ha reducido de forma ostensible el volumen de mercancías que se cargaron y descargaron la pasada semana en los muelles vizcaínos.