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El tsunami de Abengoa araña a Kutxabank

El banco vasco, que posee una parte de la deuda de la empresa en crisis a través de CajaSur, dice que su riesgo es residual, aunque algunos medios lo sitúan en torno a los 60 millones de euros

Luis López

Jueves, 26 de noviembre 2015, 01:31

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Abengoa se tambalea. El gigante de las energías renovables protagonizará el mayor concurso de acreedores (quiebra) de la historia de España si en el plazo de cuatro meses no alcanza un acuerdo con la banca, con la que tiene comprometidos 20.264 millones de euros. Cuando se produce un seismo de ese tipo, montones de fichas de dominó comienzan a temblar en todas direcciones. Miles de empresas proveedoras de toda España aprietan los dientes deseando que una solución in extremis evite la caída. ¿También en Euskadi? Por supuesto. Pero, según fuentes empresariales, el impacto del cataclismo en el tejido empresarial vasco distará mucho de ser demoledor.

Quien estaría implicado de manera más directa sería Kutxabank, ya que el banco surgido de las tres cajas posee una parte de la mastodóntica deuda de la multinacional andaluza. Es una de las herencias de CajaSur. Con todo, desde la entidad aseguran que el riesgo que tienen en Abengoa es residual y no implicará problemas serios para el banco vasco. Aunque la entidad no quiere revelar la cifra exacta, fuentes próximas al proceso la sitúan en los 60 millones de euros (donde se incluiría deuda y avales). Eso sí, el impacto no está aún provisionado porque la empresa sevillana no estaba considerada ni como subestandar es decir, no parecía que hubiese riesgo de impago, de modo que habrá que ver cómo afecta este asunto al resultado del ejercicio para el banco presidido por Gregorio Villalabeitia.

Por otro lado están las empresas proveedoras. En un primer sondeo, no parece haber en Euskadi una excesiva preocupación. Sí hay firmas vascas que tienen a Abengoa como cliente en varias de sus ramas de actividad y vinculadas esencialmente con el sector del metal. De hecho, el gigante andaluz poseía empresas en el País Vasco como era Befesa, dedicada a la gestión de residuos industriales, que vendió en julio de 2013 a varios fondos de inversión, igual que hizo con otras compañías para centrarse en su negocio principal.

Por último también hay un buen puñado de inversores particulares vascos que han comprado a principios de este año bonos de Abengoa, una firma que, históricamente, ha sido muy activa a la hora de emitir deuda.

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