El PNV reducirá su influencia en el consejo de Kutxabank pero mantendrá el control

Para apreciarlo hay que sacar a relucir las matemáticas. En la actualidad, el consejo de Kutxabank tiene 15 miembros, de los cuales 9 representan a BBK, 4 a Kutxa y 2 a la alavesa Vital. Esta es la representación oficial, la formal, la que regula la vinculación de los accionistas con el banco, pero no es del todo real. Al menos, no es todo lo real que pueda parecer a simple vista. La designación del consejo de Kutxabank no sólo está condicionada por la naturaleza de los socios sino más bien por una matriz de doble entrada: territorio y partido político al que representa cada consejero.

Y es que nadie duda, salvo los ingenuos -alguno queda- que la representación en Kutxabank se dilucida en las sedes de los partidos políticos y no en la de las fundaciones bancarias. Así las cosas, el PNV tiene 10 vocales, 3 el Partido Popular y 2 el Partido Socialista de Euskadi. La distribución 'partidista' y geográfica considerada al mismo tiempo, arroja el siguiente reparto: El PNV de Bizkaia tiene 7 consejeros de los 15 que forman parte del consejo; el PNV de Gipuzkoa, 2 y 1 el de Álava. El PSE, por su parte, cuenta con un representante de Bizkaia y otro por Gipuzkoa, mientras que el PP tiene a uno por cada territorio.

Todo apunta a que el próximo día 28, tras las elecciones municipales y forales, Kutxabank elevará de 15 a 16 el número de consejeros. ¿Quién propondrá al nuevo vocal llamado a convertirse segundos más tarde en consejero delegado? Los accionistas y también los partidos políticos han optado por no intervenir en este asunto y dejarlo en manos del presidente, Gregorio Villalabeitia. La razón, indican las mismas fuentes, es que el designado pasará a ser la mano derecha del presidente y debe ser por tanto una persona de su máxima confianza. Así que nada mejor que sea suya la responsabilidad de elegirlo. El actual responsable de auditoría interna, Javier García Lurueña es el candidato mejor colocado para asumir esta. Además, añaden, "si algo sale mal en el futuro también la responsabilidad será únicamente del presidente. De lo contrario, Villalabeitia puede argumentar en ese delicado momento que no ha tenido libertad suficiente para nombrar a su equipo directivo y que el hipotético descalabro no es una responsabilidad suya sino de quienes interfirieron en el diseño de la estructura de gestión del banco".