Elorrio echa el freno para que los negocios no bajen la persiana

En la última década, según estimaciones de EME, han echado el cierre un 30% de los negocios. Semejante exterminio no sólo está dejando una estela considerable de paro y dificultades, sino que amenaza también un modelo de vida más social, más integrado con el vecindario, importante para los mayores, y que « da la vida a las localidades pequeñas», según la presidenta del colectivo, Izaskun Agirre. Las grandes superficies, los 'low cost' y los negocios online están cambiando el mapa. Una realidad que quieren dibujar desde el Ayuntamiento antes de comenzar a diseñar el nuevo plan de acción del sector.

El plan tendrá tres fases. En una primera se desarrollará un diagnóstico sobre los datos actuales, la cumplimentación de formularios que ya han comenzado a enviarse a los comerciantes y la realización de entrevistas individuales. Tras la primera fase, se crearán foros para que los comerciantes puedan expresar sus opiniones y consensuar los problemas y prioridades. Todo ello se completará con 260 muestras telefónicas a la ciudadanía.

El concejal del área social, Txus Arrieta, destacó la función social, confianza y amabilidad de las pequeñas tiendas y bares de Elorrio. «Los comerciantes y hosteleros además de ofrecernos un servicio de confianza, mantienen vivo y dinamizan el pueblo, porque una red de comercio local fuerte crea empatía entre los vecinos», explicó.

En estos momentos, existen 108 negocios de hostelería y comercio, la mitad de ellos asociados a EME. En la última década ha habido un continuo goteo de cierres, en su mayoría autónomos que se jubilan y que no tienen relevo. El sector más azotado ha sido el de los comestibles.

Pequeños locales con los que la ciudadanía tenía garantizada el abastecimiento más básico y que han ido desapareciendo casi por completo por el auge de supermercados. «Los que quedan viven del goteo, de pequeñas compras que se han olvidado», lamenta. Pese a que las pescaderías y carnicerías subsisten en mejores condiciones, el sector del textil y los libros reciben el azote de las ventas por internet.

«La situación no es la mejor», admite Agirre que señala a las ventas por intenet y grandes superficies como la fuente del cambio de comportamiento de los clientes. «Desconozco cuál puede ser la receta para revitalizar el comercio local, pero sin ventas no hay comercio y sin comercio los pueblos se van quedando sin vida, y es triste», detalló Agirre.