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Vista de la nueva zona verde en la autovía Gerediaga-Elorrio.
La autovía Gerediaga-Elorrio se integra en el entorno con una nueva zona verde vertical

La autovía Gerediaga-Elorrio se integra en el entorno con una nueva zona verde vertical

Supera los 6.400 metros cuadrados en un terreno de hormigón no apto para el desarrollo vegetal

MARTA GOIKOETXEA

Martes, 14 de marzo 2017, 23:36

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La autovía Gerediaga-Elorrio ha quedado más integrada en su entorno natural. La vía, que se inauguró el pasado mes de agosto, cuenta ahora con una superficie vertical verde de más de 6.400 metros cuadrados que dota a la estructura de un carácter «más amable». Así, se ha creado un suelo fértil de manera totalmente vertical en un terreno de hormigón no apto para el desarrollo vegetal.

El talud ha sido recubierto vegetalmente mediante un sistema por el que se han instalado 12.800 metros cuadrados de malla volumétrica que ha conseguido un espesor de aproximadamente 50 milímetros. Este grosor es la cuna para introducir un total de 512 metros cúbicos de sustrato y 100 kilos de semillas. «Este sistema aúna la integración paisajística y la sostenibilidad, objetivo fundamental en este tipo de obras. Para ello, creamos un estrato fértil y estable sobre superficies compactas y/o impermeables y posteriormente aplicamos semillas de vegetación resistente y adaptada a estas especiales condiciones», indican desde la empresa, responsable del proyecto.

Para la creación de este suelo fértil en un punto en que, por sus características físico-químicas y estructurales, o por su pendiente, resulta imposibilita el extendido de tierra vegetal, se ha contado con un sustrato de tres componentes. Entre ellos, destaca la fibra de madera, «exenta de contaminantes y con PH neutro, que debido al entrelazamiento de sus fibras, forma una matriz resistente y porosa que estructura el sustrato y lo protege de la erosión hídrica», explicaron.

Germinación

A parte de este compuesto, la cama para crear suelo fértil cuenta con sustrato de granulometría media, libre de patógenos y de semillas de malas hierbas que contiene agentes biológicos activos. La mezcla cuenta, además, con un compuesto a base de hidrocoloides vegetales que tiene como objetivo estabilizar todos los componentes de la proyección de sustratos. Así, los fija en el interior de la estructura que los alberga y mantiene unas condiciones ideales para la germinación de la semilla, ya que mantiene la humedad y favorece la porosidad. Para revestir el talud y lograr esta cuna donde descansa el suelo fértil, se ha diseñado un sistema de mallas volumétricas sujeto a la superficie de hormigón mediante anclajes de acero. «Es necesario ya que la morfología de estos taludes es irregular y se necesita adaptar el sistema a los relieves que contiene», precisaron.

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