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Operarios de la trabajan en la colocación de los bolardos en las zonas más problemáticas del puerto.
Siembran de bolardos el puerto de Trabakua para reducir la siniestralidad

Siembran de bolardos el puerto de Trabakua para reducir la siniestralidad

Dos fallecidos y 66 accidentes en lo que va de ejercicio en la BI-633 igualan las cifras del 2013, uno de los peores años de esta década

MANUELA DÍAZ

Martes, 27 de diciembre 2016, 23:37

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La Diputación ha sembrado de bolardos el puerto de Trabakua con el objetivo de que los conductores pisen el freno y descienda la siniestralidad. En lo que va de año, esta carretera ha registrado un total de 66 accidentes, dos de los cuales se han saldado con víctimas. A mediados de enero, el durangués Aitor Bugallo, ex ciclista profesional del Euskatel-Euskadi, fallecía tras un percance ocurrido a la altura del cruce de Berriz, en la BI-633, mientras que a mediados de mes, un vecino de Markina de 51 años perdía la vida al salirse de la calzada en el alto de Trabakua.

Precisamente, esos puntos negros son dos de las zonas en donde se han colocado los hitos. De los 66 accidentes registrados en la zona los mismo que en 2013, el 31% contó con algún herido. Solo el 2014 supera estas cifras, con 85 siniestros contabilizados por la Ertzaintza.

Con una media de 60 percances anuales, desde el 2010 se han producido alrededor de 470, mientras que la cifra de fallecidos alcanza la media docena. A las dos víctimas mortales de este año se suma la del joven durangués Alex Petralanda, de 30 años, conocido jugador de pádel en la zona, que se estrellaba el pasado año contra un muro de una vivienda entre la gasolinera de Ereña y el desvío a Berriz. En 2013 otros dos accidentes acabaron con fatal desenlace. El tramo de Berriz es sin duda uno de los más negros.

La carretera, construida a finales de la década de los 90, tras numerosas protestas vecinales que llegaron incluso a cortar el tráfico para exigir su finalización, tiene un trazado curvilíneo y sombrío en buena parte del puerto de Trabakua. Eso, unido al exceso de velocidad y al importante tráfico pesado procedente del puerto de Ondarroa, la cantera de Markina y de las empresas de la zona, complica bastante la situación. La Diputación lleva años aplicando mejoras que reduzcan la siniestralidad. Comenzó pintando la línea continua en la bajada del puerto hacia Berriz y mejorando después el cambio de sentido y los cruces de Berriz y el alto de Trabakua.

Otras medidas

Este año bajó el límite de velocidad en ese tramo de la BI-633, que ahora oscila entre los 50 y 80 kilómetros a la hora, y también ha estrechado los carriles a base de marcar doble línea separadora entre sentidos y balizado entre líneas. Todas estas actuaciones se han completado ahora con la colocación de bolardos flexibles en los puntos con radios más cerrados lo que permite delinear mejor el trazado y reforzar la separación de carriles.

«No se pueden poner a lo largo de toda la carretera para permitir que los conductores que adelanten a ciclistas puedan ocupar puntualmente el sentido contrario separándose metro y medio del cicloturista rebasado», señalaron desde la administración foral.

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