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Martes, 17 de mayo 2016, 23:40
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El viernes por la tarde miembros de la sociedad Kili Kolo no salían de su asombro tras percatarse de que uno de los árboles de la ribera se había precipitado contra la pared de su inmueble. «10 metros más allá hubiera caído en el asador y no sé qué hubiera pasado», se quejaba su presidente, Pedro Zengotitabengoa. Por fortuna, el árbol no ha ocasionado daños pero desde la sociedad gastronómica han solicitado un estudio para conocer no solo las causas del desmoronamiento sino el estado en el que se encuentran los árboles de la ribera del Mañaria. «Se debería hacer un seguimiento antes de que pase algo peor», señaló Zengotitabengoa. El árbol continuaba ayer empotrado en la pared del Kili Kolo, que agrupa a 110 socios. «Hemos pedido su retirada pero no sabemos si es Ayuntamiento, Diputación o URA quien debe hacerse cargo».
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