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Corinna Betsch y Michael Schumacher, en 1999.
La mujer de Michael Schumacher, agobiada por las facturas médicas

La mujer de Michael Schumacher, agobiada por las facturas médicas

Corinna destina 140.000 euros semanales a la recuperación de su marido. Acaba de desmentir que el piloto alemán haya vuelto a andar

MARÍA TERESA BENÍTEZ DE LUGO

Lunes, 28 de diciembre 2015, 17:49

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En estado vegetativo desde que hace dos años sufriera un grave accidente de esquí en los Alpes franceses, Michael Schumacher, el mayor campeón de Fórmula 1 de todos los tiempos, permanece «ingresado» en su mansión suiza y su salud es un secreto celosamente guardado por su familia que, sin perder la esperanza, lucha a diario junto a una quincena de médicos y enfermeros para sacarlo de esta situación.

El 29 de diciembre de 2013, hace casi exactamente dos años, el ex piloto alemán se hirió gravemente golpeándose la cabeza contra una roca mientras esquiaba fuera de pista en la conocida estación de esquí de Meribel, en los Alpes franceses. El casco que llevaba no lo salvó de las graves secuelas que sufre actualmente y de las que no se sabe si podrá recuperarse.

Desde entonces se ha filtrado muy poca información sobre su estado de salud. Sin embargo, su mujer, Corinna, no se ha dado por vencida y ha conseguido que, desde el pasado mes de junio, el ex piloto fuera trasladado desde el hospital universitario de Lausana hasta su impresionante mansión de 700 metros cuadrados en Gland, al borde del lago Lemán.

Corinna transformó su casa de Gland, situada a unos kilómetros de Ginebra, en un auténtico hospital privado para que la recuperación del antiguo campeón se lleve a cabo bajo las mejores condiciones posibles. En el interior de la casona, de estilo Selva Negra, se turnan día y noche un batallón de personal médico para atender al ex campeón. La mujer del deportista no ha dudado en dedicar unos 140.000 euros semanales a gastos médicos para intentar que Schumacher salga del precario estado de saludo en el que se encuentra y, para tener más liquidez, no ha dudado en vender algunas propiedades familiares.

Una fortuna en juego

Se rumorea que Corinna Schumacher ha desembolsado, desde que ocurriera el accidente,unos 14 millones de euros y, aunque el patrimonio de su marido está valorado en unos 700 millones de euros, para hacerle frente a los gastos vendió recientemente el avión privado de la pareja, en 35 millones de euros, y una casa de vacaciones en Noruega, por 2,9 millones.

Las consecuencias de este accidente en la salud de Schumacher han sido considerables y aunque las informaciones sobre su estado se destilan a cuenta gotas, se sabe que está en un estado vegetativo inconsciente sin reconocer a ninguna persona de su entorno y muy debilitado ya que pesa sólo unos 45 kilos, frente a 75 en el momento del accidente, y que además no puede caminar. Esta semana la revista alemana «Bunte» aseguró que el piloto había vuelto a andar con la ayuda de sus terapeutas. Ante los rumores, su agente, Sabine Kehm, desmintió la información. «La afirmación de que puede andar no se corresponde con los hechos», afirmó, tachando de «irresponsables» esas «especulaciones».

Kehm, junto a Corinna, son las dos grandes mujeres detrás de la rehabilitación de Schumacher. Otro de sus apoyos es Ross Brown, que fue durante mucho tiempo el manager de su equipo en la escudería Ferrari. El representante sigue viajando a Suiza y manteniendo el contacto con Corinna aunque «alterna visitas con llamadas de teléfono para no ser demasiado invasivo». «Corinna me llama de vez en cuando para darme noticias. Todos rezamos a diario para que se recupere», afirmó hace algunos meses.

Sin embargo, la batalla por la recuperación está lejos de ser ganada y algunos especialistas en neurocirugía han comentado que cada día que pasa disminuye las posibilidades de éxito de los tratamientos. El cirujano jefe del departamento de neuroreducación del Hospital Universitario de Ginebra, Armin Schnider, explicó recientemente a la prensa suiza que los cuidados necesitados por un paciente que se encuentra en coma o en estado de consciencia mínima son muy importantes ya que necesitan de atención las veinticuatro horas del día.

Patrocinadores a la baja

El apoyo de familiares y amigos no falla pero la situación cambia en el caso de los patrocinadores del piloto. Algunos ya han tomado la decisión de dejar de financiar a un embajador que consideran invisible. Las firmas de moda Jet Set y Navyboot, propiedad del suizo Philippe Gaidoul, han decidido desvincularse del káiser. Otras son fieles y siguen figurando en la página web del alemán como las relojeras Audemars Piguet y Hublot. El patrón de esta última, Jean-Claude Biver, comentaba hace unos días que en este tipo de contratos existen cláusulas que prevén la indisponibilidad, como la que le ha ocurrido a Schumacher, y que en este caso los acuerdos económicos no se cancelan pero sí se revisan a la baja.

Si la evolución del estado de salud de Schumacher es una incógnita lo que es una certeza es que su mujer no abandonará sus esfuerzos y pondrá a su disposición su fortuna mientras que existan probabilidades de que el que fuera siete veces campeón de Fórmula 1 pueda recuperarse de este terrible accidente.

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