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Stirling Moss, durante una prueba.
Stirling Moss, una leyenda sin título
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Stirling Moss, una leyenda sin título

El piloto británico, cuatro veces subcampeón del mundo, se despidió en el GP de Estados Unidos de 1961 de la F1 sin conquistar el campeonato

Igor Barcia

Viernes, 23 de octubre 2015, 01:53

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Estados Unidos es fundamental en el Mundial de Fórmula 1. No se puede entender que en una época donde Bernie Ecclestone ha trasladado el Gran Circo hasta los rincones más poderosos y pujantes del planeta no haya una cita en tierras americanas. Sin embargo, no es una relación fluida. Porque los estadounidenses, apasionados del motor, tienen otras competiciones con las que vibran, como la Nascar, y por tanto, Estados Unidos no se vuelca con esta competición que nos ocupa del mismo modo que en Europa.

Dentro de esa relación de amor-odio hay que tener en cuenta que la F1 ha cruzado el charco desde 1959, cuando se celebró la primera edición del GP de Estados Unidos en el trazado de Sebring, donde se impuso Bruce McLaren. Y en el sentido contrario, hay que destacar que nunca ha conseguido establecerse en un escenario definitivo. Porque el GP de EEUU ha vivido siete escenarios diferentes, y además se han vivido pruebas del Mundial de F1 en el territorio americano en otros tres escenarios, y se augura uno nuevo en Nueva Jersey, según deseo de Bernie Ecclestone.

Pese a que en Estados Unidos nunca ha llegado a calar la F1 como en Europa, es cierto que allí se vivió la época dorada de los circuitos urbanos, puesto que las grandes ciudades del país apostaron por el Mundial para enseñar sus escenarios, sus skylines, con los monoplazas corriendo por sus calles. Después de apostar por un circuito fijo como Watkins Glen (Nueva York), dos muertes acontecidas en los años setenta y el deterioro de las instalaciones llevaron a la cita estadounidense a buscar un nuevo escenario. Fue el turno del espectáculo, apostándose por escenarios tan variados como Las Vegas, Detroit, Phoenix o Dallas, todos ellos en circuitos urbanos y marcados la mayoría por el calor y las dificultades.

Después llegaría el turno de Indiannápolis, en su legendario circuito, del cual se aprovechaba una recta y una curva del óvalo. Allí se corrió entre 2000 y 2007, y tras unos años de ausencia, ha sido el nuevo trazado de Austin el que recuperó hace tres años la F1 para Estados Unidos.

Este GP nos sirve para hablar de una de las grandes leyendas del Mundial, el considerado campeón sin corona, que fue cuatro veces subcampeón y tres veces tercero, con 16 victorias y 24 podios en 66 grandes premios disputados. Stirling Moss siempre estuvo en la batalla por el campeonato, pero unas veces la mala suerte y otras la presencia de Juan Manuel Fangio le privaron de un título que mereció por su calidad y tesón como piloto. Nacido en Londres en 1929, Stirling vio como la conquista del título se convertía una vez tras otra en una empresa imposible, mientras otros pilotos con mucho menos talento llegaron a alcanzar el campeonato. Para reconocerle como se merecía, la FIA le concedió a Moss en 2006 la medalla de oro de la organización, al considerarle como el mejor piloto de la historia de esta categoría que nunca ganó un campeonato.

Rebelde, sin pelos en la lengua, con una reconocida afición a las mujeres y a los comentarios sexistas, Moss sigue atento a todo lo que sucede en la F1 a sus 85 años. Una relación que arrancó en 1951, en el segundo año de vida del Mundial, cuando con 21 años debutó en el GP de Suiza. Enzo Ferrari se fijó en él y le invitó a pilotar uno de sus monoplazas, pero se sintió traicionado al darle el coche de otro piloto y declaró que nunca correría para la escuadra italiana. Tras unos años sin grandes resultados, en 1955 empezó su serie de subcampeonatos, cuatro consecutivos, algunos de ellos muy dolorosos al quedarse a tres puntos del título (en 1955 y 1958). De 1959 a 61 fue tercero, pero en 1962 llegó el gravísimo accidente en Goodwood que le dejó en coma un mes. Al despertar, sus facultades físicas quedaron mermadas y Moss tuvo que retirarse a los 33 años, una edad muy temprana por aquel entonces. Así que en su palmarés quedó como última prueba en la F1 el GP de Estados Unidos de 1961, celebrado en Watkins Glen, donde tuvo que abandonar por un problema de motor. Dos pruebas antes, en Alemania, subió por última vez a lo más alto del podio.

Todavía hoy Stirling Moss, que durante muchos años compitió en pruebas de coches antiguos, cuenta con página web propia www.stirlingmoss.com donde los aficionados al motor pueden conocer más historias sobre esta auténtica leyenda de la Fórmula 1, denominada el campeón sin corona.

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