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Varios ertzainas custodian la puerta de acceso a La Casilla tras los incidentes de hace diez días por exceso de aforo.
Tan solo un golpe bajo
altercados por exceso de aforo

Tan solo un golpe bajo

Los incidentes de hace diez días en La Casilla no deben frenar el espectacular crecimiento del boxeo en Bizkaia

j. a. pérez capetillo

Lunes, 19 de octubre 2015, 01:46

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Desde hace cuatro años el boxeo es visible, ha salido del gueto en el que estaba y ha recuperado la pujanza que, por historia y enraizada afición, siempre ha tenido en Bilbao. Los nombres del púgil de Otxarkoaga Andoni Gago, campeón de España del peso pluma, Kerman Lejarraga, Jon Fernández y Nacho Mendoza están en boca de los muchos aficionados a este noble deporte. Las veladas han retornado últimamente a lugares como La Casilla y el Club Deportivo Bilbao, que presentan de nuevo un fenomenal ambiente como ocurría antaño. Y también a otros escenarios como los polideportivos de Zamudio y Getxo y el frontón Jai Alai de Gernika. Fuera de Bizkaia, se organizan veladas en Eibar, Ordizia, Miranda de Ebro y Vitoria. Entrar ahora mismo en gimnasios como el del MampoGym de Zorrozaurre o en el Bunk3r de Romo, Club de Boxeo Txerra de Sestao, Uppercut de Erandio, Basakick de Urduliz o el Gazteiz Boxing Club, el más moderno, es volver a revivir aquellas décadas de los 50 y 60 y 70 del siglo pasado en las que el boxeo mostraba su músculo.

Bilbao ha sido siempre una ciudad en la que esta especialidad ha tenido un gran tirón. Los más veteranos así lo confirman. La provincia ha tenido campeones de España como Mariano Echevarria, Agustín Senin, Fidel Arceniaga, Dionisio Ibarrondo, Perico Llorente, Méndez La araña negra, Alejandro Arteche, Agustín Argote, Benito Canal, José Mari Madrazo, Horacio Ruiz y Andoni Amaña, por citar algunos de los muchos que sobresalieron en los distintos pesos. Los nuevos púgiles del siglo XXI engrosarán los listados de los libros de historia y artículos de Prensa como hicieron los anteriores. Las veladas de boxeo se prodigan en estos momentos como hacía tiempo que no pasaba. Por ejemplo, las organizadas por EuskoBox -la promotora más habitual en organizar combates- se han repetido a lo largo de los últimos cuatro años en La Casilla.

Una lástima

La asistencia de público es notable, pero sin pasar de los 2.500 asistentes en total, sumando las localidades de las tribunas y de las sillas de ring. Viene esto al hilo de lo ocurrido hace diez días, un sábado por la noche, en ese mismo escenario, cuando cerca de 5.000 aficionados abarrotaron el recinto para presenciar el combate entre Kerman Lejarraga, el revólver de Morga, y el catalán Javier García Roche. Se produjeron algunos incidentes en el exterior por errores en el control de accesos y una sobreventa de abonos que derivó en airadas protestas, ya que hubo personas con entrada que no pudieron entrar en un pabellón con exceso de aforo. Una lástima justo ahora que Bilbao está de nuevo en camino de convertirse en el referente boxístico del norte de la península y del sur de Francia.

Desde EuskoBox esperan que lo ocurrido no afecte para nada a la celebración, en el mismo recinto de La Casilla, del próximo combate del bilbaíno Andoni Gago para la disputa del título de campeón Mediterráneo de la WBC del peso pluma. Será en poco menos de un mes, el próximo 13 de noviembre. «Esperamos que este percance no influya y La Casilla abra de nuevo sus puertas para un aforo máximo inferior a las 2.500 personas», dicen fuentes de EuskoBox.

Hechos como los mencionados son un golpe bajo y ponen piedras en el camino, porque el boxeo sufre con episodios tan frustrantes como este. Crece así de nuevo la desconfianza y esa persistente imagen negativa que genera en algunos. «Sin lugar a dudas, el boxeo está ahora en Bilbao en uno de sus mejores momentos. Empiezan a despuntar estrellas que desde hace muchos años no teníamos. Y esto, lógicamente, es muy bueno. A las veladas acuden ya no solo personas del entorno, familiares, compañeros de gimnasio o amigos de los boxeadores, sino que se acercan muchas otras a verlo ya como un espectáculo.

Lo que ocurrió en La Casilla es negativo, pero no porque haya ocurrido en el boxeo. Podía haber ocurrido lo mismo en otro tipo de espectáculo. Ahora, el aficionado tratará de coger las entradas con antelación, y no esperar hasta el final. «No creo que lo ocurrido haya sido ninguna estafa», expresa Vicente Gómez, presidente de la Comisión de Boxeo del Club Deportivo Bilbao, una de las catedrales del deporte de las dieciséis cuerdas en Euskadi .

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