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Laura González
Sábado, 12 de noviembre 2016, 19:57
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El Sestao sigue alargando el peor arranque de las últimas temporadas, sin saber aún lo que es brindar este curso un triunfo a su afición. Los verdinegros continúan atascados en el fondo de la tabla viendo impotentes cómo sus rivales más cercanos cogen aire a su costa jornada tras jornada. En ésta el que sacó provecho de su mal momento fue el filial de la Real, el que tras golear cómodamente a los vizcaínos abandona los puestos de descenso.
El curso pasado el River logró la igualada en el último suspiro ante los donostiarras, pero en esta ocasión la diferencia entre ambas escuadras estuvo muy marcada desde el arranque. La zaga local no dejó de sufrir en ningún momento y ya en el minuto 7 una contra dejó sus carencias al descubierto con el primer tanto de la tarde, obra de Bautista, el máximo goleador del grupo, quien ya ha firmado su debut en Primera. Instantes antes de cumplirse el primer cuarto de hora llegó el segundo de los txuriurdin con una combinación de sus hombres de arriba que terminó Merquelanz empujando al fondo de las mallas, ante la impasividad de los defensas verdinegros.
El 0-2 y la pobre imagen de los de Jon González provocó los primeros pitos de la tarde, algo poco habitual en Las Llanas. En el Sestao Rahmani fue quien trató de echarse el equipo a la espalda, con varios acercamientos al área visitante, pero los vizcaínos estaban nerviosos y sin ideas. La situación les estaba pesando y el encuentro no había hecho más que comenzar. Los pocos balones que conseguían pasar de medio campo acababan estrellados en el muro del Sanse, hasta que Etxaburu aprovechó un rebote en el área tras un centro de Güemes para recortar distancias. Corría el minuto 36 y los de la margen izquierda parecieron despertar con ese gol, lanzándose hacia arriba con más corazón que cabeza, pero justo al borde del descanso Bautista, en posición dudosa, volvió a aparecer para transformar el 1-3 con una vaselina.
En la segunda parte el Sestao tuvo mayor protagonismo, aunque siguió sufriendo. Luca Sangalli gozó de una doble ocasión en el bando visitante, que se encargó en ambos casos de desbaratar Galder bajo palos. Leandro, poco después de entrar al terreno de juego puso en apuros a Sisniega, pero ayer era la tarde de Bautista. Después de sus dos dianas dio su segunda asistencia de gol a Olaizola, un tanto que mantiene al River penúltimo, con la soga al cuello.
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