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Segunda B

Sensaciones opuestas entre Sestao y Gernika en sus respectivos estrenos en liga

Los fabriles se fueron de vacío de Salto del Caballo mientras que los blanquinegros debutaron con victoria

BONIFACIO CERVANTES /MIRARI ARTIME

Domingo, 28 de agosto 2016, 02:22

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El partido disputado en Salto del Caballo terminó con victoria local gracias al gran y solitario gol de Pablo González y el Sestao se fue de vacío de tierras manchegas.

Avisaron los visitantes primero por mediación de Rahmani. Su disparo infructuoso fue al poste derecho de la portería de Alcolea. La réplica local vino un minuto más tarde cuando barranco remató desde la frontal obligando a Galder a enviar el balón a saque de esquina. En el minuto 33 se deshizo la igualada en el marcador.

Una falta en la frontal del área ladeada al lado izquierdo del área visitante fue lanzada magistralmente por el granadino Pablo González. El balón con efecto superó la barrera y a pesar de que Galder tocó el esférico no pudo impedir que éste entrara. El Sestao apretó pero al final, el conjunto toledano consiguió alzarse con la victoria después de resistir al asedio vizcaíno.

Victoria del Gernika

El Gernika estrenó la temporada en casa de la mejor manera posible; con una convincente goleada por cuatro a uno. El duelo sirvió para conocer que en su regreso a la Segunda B, después de ocho años, el Navalcarnero aún debe madurar. Aunque venía precedido de una victoria contra el Amorebieta, fueron los locales los encargados de poner las ideas y las ocasiones, además del juego y los goles.

Los visitantes, que comparten el objetivo de mantenerse con los gernikarras, sabían que se enfrentaban a un equipo duro, muy físico que les exigiría al máximo.

Los blanquinegros se lanzaron al contragolpe y cerraron su primer acercamiento serio a la portería rival con el tanto de Gorka Larruzea. Con la balanza a su favor, la escuadra de Urbieta fue poco a poco tomando posiciones y haciéndose dueño del juego. Como consecuencia, llegó un precioso gol que Pradera marcó de cabeza.

Tras pasar por los vestuarios, el conjunto de Juanjo Granero, convirtió las faltas en su mejor método de ataque y su insistencia y constancia se tradujo en la consecución del único tanto que pudieron marcar tras coger por sorpresa a la defensa anfitriona.

A partir ahí, el Gernika pasó apuros sin casi poder salir de su propia área hasta que Múñoz logró el gol que buscaba y que dio tranquilidad a su equipo. Con el duelo prácticamente sentenciado, fue el mismo Múñoz, tras superar un duelo individual contra el portero visitante, el que cedió el cuarto a Berasaluze.

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