Los jueces deciden que haya fútbol

Sin entrar aún en el fondo del asunto, lo que acometerá en el "momento procesal oportuno", la Sala de lo Social de la Audiencia Nacional estimó este jueves la medida cautelar solicitada por la Liga de Fútbol Profesional (LFP) y suspendió de manera cautelar la huelga. En el auto, los magistrados condicionaron esta decisión a la aportación de una caución o fianza por parte de la Liga de cinco millones de euros que deberían depositar en la cuenta bancaria de la Sala antes de las tres de la tarde.

Resulta sintomático, y dice muy poco a favor de los dirigentes del fútbol español, que hayan tenido que ser los tribunales los que cierren de forma provisional un conflicto que se enquistó por los enfrentamientos personales entre dos 'matrimonios de conveniencia': Javier Tebas, jefe de la patronal, y Miguel Cardenal, secretario de Estado para el Deporte, por un lado; y Ángel Villar, presidente de la Federación desde hace casi tres décadas, y Luis Rubiales, máximo dirigente de la AFE, por el otro. "Se ha hecho justicia frente al compincheo entre el sindicato y la FEF", celebró Tebas tras conocer la resolución.

En primera instancia, los magistrados fallan a favor de la patronal, que presentó una demanda contra el paro por considerarlo "ilegal" y solicitó, tanto a los tribunales como al Consejo Superior de Deportes (CSD), la suspensión cautelar de la huelga convocada a partir de la penúltima jornada de Liga en Primera División, y a falta de cinco fechas para el cierre de la división de plata.

En un "juicio provisional", la Audiencia Nacional avanza que "algunos de los objetivos de la huelga podrían tener por finalidad la modificación del convenio colectivo vigente, que garantiza expresamente el fondo de garantía salarial para asegurar el cobro de los futbolistas en los clubes morosos". Del mismo modo, añade que precisaente este convenio asegura el cumplimiento de los compromisos pactados hace menos de un año, por el que la patronal se comprometió a abonar al sindicato un 0'5% neto de todos los ingresos si se legislaba finalmente sobre la venta centralizada de los derechos televisivos.

"Grave desorden organizativo"

Ricardo Bodas, presidente de la Sala de lo Social, considera "probado" que la celebración de la huelga impediría concluir los campeonatos en las fechas indicadas, "lo que provocaría un grave desorden organizativo, cuya resolución es muy difícil de resolver por los compromisos internacionales de la selección española y de los propios clubes, así como por las propias fechas de vacaciones de los futbolistas". Además, la Audiencia Nacional recuerda que "la AFE se había reservado la ampliación de los días de huelga iniciales", lo que permite colegir que, si no se concedía a la LFP la medida cautelar, "se producirían situaciones que impedirían o dificultarían gravemente la tutela judicial que pudiera otorgarse en caso de una eventual sentencia estimatoria", es decir, favorable a los clubes.

La suspensión de la huelga se conoció mientras representantes del sindicato y de la patronal aún proseguían y las negociaciones en la sede del CSD. Igual que ocurrió a lo largo de la tarde del miércoles, faltaban a esos encuentros representantes cualificados de la Federación. Se temía incluso que, aunque el paro se desconvocase de forma cautelar, Villar pudiera enrocarse. A lo largo de la semana, miembros de UEFA y FIFA han trabajado para analizar si, como desde hace tiempo argumenta el dirigente bilbaíno, existen «injerencias» del Gobierno de España en una entidad que los rectores del fútbol internacional consideran privada. Si los organismos que lideran Michel Platini y Joseph Blatter atendieran las peticiones de Villar, podrían amenazar con la inhabilitación de los clubes españoles para competir en el ámbito internacional. Y hasta la selección de Vicente del Bosque podría verse afectada.

Sin embargo, la FEF acató el auto y emitió pronto un comunicado en el que anunció que alzaba la medida adoptada, el pasado 6 de mayo, y disponía que las competiciones se disputasen de acuerdo con el calendario y horarios previstos. Y así se lo notificó a los clubes de Primera, Segunda y Segunda B, a la LFP y al Comité Ténico de Árbitros. Hay fútbol este fin de semana pero el lío seguirá. Villar no acepta que el Ejecutivo le fiscalice las cuentas.