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Carlos Tevez levanta la copa de Liga tras su victoria ante Tigre.
Tévez cumple su palabra
fútbol internacional

Tévez cumple su palabra

«Vuelvo a Boca para ganar a River y ser campeón», dijo en su presentación a mediados de julio. El domingo, el club xeneize celebró su 25º campeonato tras ganar 1-0 a Tigre

Igor Barcia

Martes, 3 de noviembre 2015, 01:47

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Cuando el 13 de septiembre Boca ganó a domicilio a River el superclásico argentino y los xeneizes asaltaron el liderato, Carlos Tévez tiró de ironía para explicar la victoria en el Monumental: «Todo volvió a la normalidad», se limitó a decir. El domingo, después de ganar a Tigre con un gol de Fabián Monzón, se puede decir que el campeonato también regresó a un tiempo conocido, al de las celebraciones de Boca Juniors. Cuatro años después, el club de La Bombonera alcanzó su 25 título de Liga, y lo hizo después de una metamorfosis capitaneada por uno de sus iconos, un jugador que se hizo grande en Europa y que este verano regresó a Argentina «para ganarle a River y ser campeón», como declaró en su presentación aquel 13 de julio, ante 60.000 aficionados que abarrotaron el estadio para aclamarle. Carlos Tévez volvió para cumplir con su palabra, para rescatar a Boca del desconcierto que vivía y devolverle a lo más alto del fútbol argentino. Solo ha tardado cuatro meses...

El Apache se ha convertido en el alma del club xeneize. Ha dotado al equipo del carácter que necesitaba la plantilla de Rodolfo Arruabarrena, a quien hay que atribuirle su cuota de mérito porque Boca se situó en las primeras plazas desde el inicio de este extraño y experimental campeonato de 30 equipos. Desde febrero, el club más popular del país se declaró como un candidato al título, pero fue en verano cuando encontró la pieza que necesitaba para confirmarlo sobre los terrenos de juego. La vuelta de una estrella, de aquel joven nacido en el problemático barrio de Fuerte Apache -de ahí su apodo- que debutó en 2001 con apenas 17 años y que inició tras 2004 su trayectoria lejos de su país. Su paso por el Corinthians fue el preludio de su aventura europea, que se inició en el West Ham inglés. Tras contribuir a su permanencia en la Premier, fichó por el Manchester United, donde ganó dos Premier, la Champions y el Mundial de clubes antes de cambiar de colores en la misma ciudad y fichar por el City. Allí ganó la liga, la FA Cup y la Community Shield y después dio otro salto y viajó a Turín para formar parte de la Juventus. En dos temporadas ganó cuatro títulos, pero cuando el club esperaba la continuidad de uno de sus referentes, Tévez anunció su vuelta a casa. «Cuando tenía 20 años el 'mundo Boca' me devoró. Ahora me siento preparado para el 'mundo Boca'», declaró en una presentación multitudinaria donde también dejó claro que no llegaba para arrastrarse por los terrenos de juego, como si fuera un paso previo a su jubilación. «Vuelvo en mi mejor momento. A los 26 o 27 años estaba más gordo que cualquiera. Ahora estoy fisica y mentalmente mejor», anunció.

Fue toda una declaración de intenciones de lo que iba a suceder en la plantilla, porque Tévez asumió galones desde el primer minuto, ejerciendo de líder, asumiendo la presión y obligando con su compromiso y profesionalidad a que sus compañeros le imitaran y aumentaran su rendimiento. Como recordaba Daniel Arcucci, columnista de 'canchallena', «Tévez hizo de todo, hasta el exceso. Fue, además de jugador, entrenador de consulta, preparador físico de sí mismo, analista crítico, utillero y canchero. También anunció que será presidente algún día, y hasta fue político, cuando pintó una cara de la realidad argentina con una sinceridad brutal».

«He salido campeón en muchos lados, pero esta sensación es inexplicable, nada se compara con lo que siento hoy», fue lo primero que dijo Tevez al término del partido frente a Tigre. «Este es un equipo con mucho hambre, a veces no sabiendo cómo jugar los partidos, pero el hambre ese hace ganar los partidos y ganar campeonatos, por eso Boca sale campeón», sostuvo. A sus 31 años, su influencia en la plantilla ha sido brutal. Desde su llegada, los del Vasco Arruabarrena lograron el 87,5% de los puntos en juego. Jugó 16 partidos -doce de liga y cuatro de Copa- ganó 14 y solo perdió dos (3-4 con Unión y 3-1 con Racing, cuando Boca pudo proclamarse campeón con tres partidos de antelación). Además, marcó 9 goles: cinco en liga y cuatro en la Copa, de la que todavía le queda la final y donde puede conseguir un histórico doblete para delirio de una afición que ya le ha situado junto a Maradona y Riquelme.

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