La segunda piel de Dumoulin es vasca

¿Tiene algún secreto esa prenda? «Muchos -asegura Rodrigo-. Se trata del modelo Falcon, halcón en inglés, que es un nombre que nos parece que expresa bien lo que buscamos. El año pasado hicimos la primera prueba y está ya en su tercera o cuarta evolución. Lleva materiales de ingeniería textil probados en el túnel del viento para ver qué posibilidades nos dan. Debe ser transpirable, agradable y con buena compresión interna. Primero hay que definir el tejido y luego tiene muchas variantes: el posicionamiento de la badana tiene que ser exacto, la orientación de las rayas de las mangas, la longitud de las piernas, que los botines tengan la medida exacta...».

A la hora de elegir el material, «Dumoulin se deja asesorar porque tiene mucha confianza en nosotros. El Sunweb es un equipo que cuida mucho todos los detalles. Son exigentes pero da gusto trabajar con ellos. Van poco a poco, haciendo las cosas bien. Técnicamente, lo miman todo».

El holandés ganó y en la sede de Etxe-Ondo en Irura el triunfo «se vivió como propio. Con Dumoulin llevamos trabajando cinco años, desde que tenía 21, y sus éxitos son como nuestros. Nos gusta cuidar a los ciclistas y tener una relación personal con ellos. Es un chico súper agradable y educado».

Dumoulin iba para médico pero se enamoró del ciclismo en una Amstel Gold Race

15.000 prendas al año

Proveer a un conjunto ciclista profesional (y más si como el Sunweb tiene equipos sub 23 y femenino) es todo un reto. Paco Rodrigo pone la cifra: «Son 15.000 prendas por temporada, sin contar las gorras y los calcetines». Eso supone una inversión considerable, aunque el responsable de Etxe-Ondo destaca que «somos la única firma del mundo que jamás ha pagado a un equipo».

En el equipo World Tour, todo es a medida de cada corredor. «Disponen de cuatro modelos diferentes de maillot, para que elijan dependiendo del gusto de cada uno, las condiciones meteorológicas... Lo que sea. Puedes ver al Sunweb tirando del pelotón y parece que todos van iguales, pero a lo mejor cada uno lleva un modelo distinto».

Etxe-Ondo por fin tiene el Giro de Italia, la única gran carrera que faltaba en su historial. «Habíamos ganado el Tour, la Vuelta y todas las grandes clásicas. Recuerdo que en 1991 ganamos el Tour con Indurain y en 1992, cuando ganó el Giro, Banesto había cambiado de marca de ropa. Luego, tanto la Once como Kas o Fagor se habían centrado más en el Tour. Así que ya tenemos el palmarés completo».