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ciclismo

Nieve, de Leitza y levantador de montañas

El navarro dedica su segunda victoria en el Giro a Mikel Landa

J. Gómez Peña

Viernes, 20 de mayo 2016, 17:33

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«Mikel es un sufridor, de gran resistencia, muy regular en las subidas. Posee una constancia que le falta a otros corredores». Así le definían sus directores en el Euskaltel-Euskadi, el equipo que cuando desapareció le abrió las puertas del cielo, del Sky. Nieve mueve sus piernas con pilas alcalinas. Sigue y sigue. Es de Leitza, coto privado para el músculo. De allí son pelotaris como los Bengoetxea o Barriola. Y también Iñaki Perurena, el levantador de piedras que se encargó con sus retos de portento de hacer volar el nombre del pueblo por el mundo.

Nieve no creció tanto. Peso pluma. «También probé con la pelota, pero era muy malo», recuerda. Así que tiró a la montaña, donde su abuelo andaba de pastor. Quería ser escalador y se enroló con otra treintena de chavales en la escuela ciclista. En su pueblo navarro todo es cuesta arriba o cuesta abajo. En 2007 ganó el Memorial Valenciaga amateur y se hizo profesional. Su trabajo ha sido subir a cuestas a sus sucesivos líderes. Y sólo cuando sus patrones faltaban, por caída o hundimiento, ha podido correr libre. Así ganó en el Giro de 2011 aquella tremenda etapa de Val di Fassa y antes, en 2010, la brutal jornada de Cotobello en la Vuelta. Hoy, como siempre, ha cubierto a la perfección la baja de un líder, de Mikel Landa, que abandonó enfermo este Giro y al que ha dedicado el triunfo. En Cividale del Friuli, en la sierra que separa Italia de Eslovenia, ha ganado de nuevo. No es como Perurena, no levanta piedras; levanta montañas.

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