Chaikovski en la Champions League

De haber jugado, de haber practicado el deporte ahora llamado rey, el autor de 'El lago de los cisnes' habría sido más bien un artista del balón, uno de esos delanteros melancólicos que pueden pasarse media hora sin aparecer en el campo para deslumbrar con un regate, un pase imposible o un gol en un lanzamiento de vaselina. Y, a partir de ese momento, ensimismarse de nuevo en sus cosas, ajeno a la pelea de sus compañeros o a la marcha del marcador.

Ahí donde lo ven, Chaikovski tiene un gran protagonismo en la Champions League. Para ser más exactos, en las retransmisiones de la TV. ¿La razón? Con completa seguridad algo tiene que ver la compañía rusa Gazprom, tan odiada en algunos ámbitos, que patrocina la competición. El resultado es que en las cuñas publicitarias del comienzo, el descanso y el final, suenan los primeros acordes del Concierto para piano y orquesta Nº 1 de Chaikovski, una de las piezas más conocidas del repertorio clásico. Y una pieza con uno de los arranques más memorables que existen: una melodía de atractivo irresistible que escuchada una sola vez no se olvida nunca, tal es su intensidad.

Pero vean ustedes, y sobre todo escuchen, esa cuña publicitaria.

Pues bien, esa maravillosa melodía arranca con un concierto que es un éxito seguro en cualquier sala -si tiene una buena interpretación, claro- pero que generó muchas dudas a su autor y a sus mentores. A Nikolái Rubinstein, profesor de Chaikovski y una de las figuras más importantes de la música en Rusia en la segunda parte del siglo XIX, no le gustó nada en absoluto. Llegó al extremo de decir que era poco menos que una basura, la obra de un principiante, pese a que el compositor tenía ya 34 años y había compuesto una sinfonía nada desdeñable y una obertura ('Romeo y Julieta') que había tenido una estupenda acogida.

Chaikovski, un tipo inseguro, obligado a llevar una peculiar doble vida para ocultar su homosexualidad latente, se negó al principio a cambiar ni un nota de la obra, que fue estrenada en Boston (EE UU) el 25 de octubre de 1875, con Hans von Bülow al piano. Por cierto, que Bülow sería luego un famoso director, se casaría con la hija de Liszt y vería cómo esta finalmente se iba de casa para convertirse en la amante de Wagner. Es como montar un 'Sálvame' pero con genios.

El compositor ruso terminó por introducir algunos cambios en la partitura. Hizo dos revisiones de la versión original, en 1879 y 1888. La última es la que se interpreta siempre en las salas. Las otras dos quedan como rarezas, aunque hay alguna versión discográfica. Ya lo ven, Chaikovksi juega la Champions.

Aquí lo tienen, sin balón. La versión es de Yuja Wang, con la Finnish Radio Symphony Orchestra, dirigida por Hannu Lintu. La grabación fue realizada en el Helsinki Music Centre Concert Hall, el 7 de septiembre de 2012. Escúchenla y verán que no importa que luego no haya partido.