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Rovira se convierte en futurólogo en esta comedia fallida.
La espantada de Dani Rovira

La espantada de Dani Rovira

El actor se ausenta de la presentación en su Málaga natal de 'El futuro ya no es lo que era', una comedia masacrada por la crítica en el festival

Oskar Belategui

Viernes, 29 de abril 2016, 19:02

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Dani Rovira se ha aupado al podio de actor más taquillero del cine español con solo tres películas: 8 apellidos vascos y su secuela y Ahora o nunca. El Festival de Málaga se había asegurado un vistoso cierre de competición con la cuarta película del cómico, que además nació en la capital de la Costa del Sol. Sin embargo, Rovira ha dado hoy la espantada y no ha acompañado a sus compañeros en la presentación de El futuro ya no es lo que era. Una ausencia comprensible dado el varapalo crítico con que fue recibido el filme.

«Dani no puede estar hoy con nosotros porque tenía un compromiso solidario previo y está corriendo cien kilómetros en el desierto del Sahara. Pero nos ha enviado un vídeo con un cariñoso saludo que proyectaremos esta noche», se ha disculpado el productor. El festival ya había informado de que Rovira se ausentaría por participar con el equipo de la Asociación Freno al Ictus en la carrera Titan Desert, pedaleando 650 kilómetros por el desierto en mountain bike. En su cuenta de Twitter, con casi dos millones y medio de seguidores, el actor ha colgado fotos de la prueba y ha deseado «suerte» a sus compañeros en el Festival de Málaga.

El certamen había vendido para hoy todas las entradas en las sesiones de la película, aunque el fervoroso público malagueño se ha quedado sin ver a su ídolo local. La inclusión en la sección oficial del segundo largometraje de Pedro Barbero, que debutó hace la friolera de quince años con la comedia de terror Tuno negro, solo obedecía a la presencia de su estrella. Rovira intenta en ella cambiar de registro, algo que profundiza en la cinta que rueda estos días, 100 metros, una historia de superación sobre un enfermo de esclerosis múltiple que combate su enfermedad preparándose para competir en una carrera de iron man.

«Comedia postromántica»

El peculiar aspecto que luce en el póster, con flequillo rubio y lentillas azules, avisa sobre el excéntrico oficio del protagonista: futurólogo en un programa de televisión. En realidad, el sofisticado Kar-El es en su vida cotidiana el pobre Carlos, que siempre soñó con ser actor pero tiene que ganarse la vida echando las cartas y contando a los espectadores lo que quieren escuchar. Hijo de una gran actriz (Carmen Maura), este antihéroe fue un día feliz pero ahora discute con su ex (Carolina Bang) para poder ver a sus hijos, que le toman por el pito de un sereno.

Un pobre hombre, en definitiva, al que Rovira intenta aportar esa vulnerabilidad metepatas de su personaje en 8 apellidos vascos, aunque El futuro ya no es lo que era aspire más bien a comedia familiar de esas que protagoniza Adam Sandler. El proyecto inicial estuvo vinculado durante un tiempo a José Mota, que debió olerse el desastre. Para dejar bien claro que el filme tuvo el apoyo del Ayuntamiento de Oviedo, la ciudad luce en su esplendor en todas las localizaciones, del teatro Campoamor al teatro Reconquista. Los interiores se rodaron en Gran Canaria por aquello de los incentivos fiscales.

Barbero escribe y rueda con torpeza. Trufa todo el guion de frases hechas y latiguillos de autoayuda, tipo la vida es eso que pasa mientras haces otros planes, y deja a su libre albedrío a los actores: Rovira tiene acento andaluz en una escenas y en otras no. El futuro ya no es lo que era quiere ser tierna pero resulta simplona, aspira a melodramática y se queda en errática. Cuando parece que va a acabar, el director suma otro final. Y otro. Y otro. Y otro. Solo la presencia de Carmen Maura, que va a su bola, logra que aquello parezca una película y no el episodio piloto de una mala serie sobre un tarotista empeñado en ganarse a sus hijos. Demasiada torpeza con la que Dani Rovira añade el primer borrón a su filmografía.

El filme, que llegó a Málaga sin distribución y ahora lanzará Tripictures, es «una comedia postromántica, difícil de definir, que cuenta qué sucede cuando se acaba una historia de amor perfecta y el romanticismo se va por la ventana», definió su autor. Con un presupuesto de 2,4 millones de euros, El futuro ya no es lo que era confía en hacer caja con el tirón Rovira. «Esta no es una película hecha ad hoc para él, es mucho más que Dani Rovira», matizó el productor. «Tenerle es un lujo y un gran valor, sobre todo porque vamos a poder verle una parte mucho menos cómica».

La imperial Carmen Maura contó que rodó sus escenas con su perrita al lado y que cuando no estaba de acuerdo con el director obedecía sin rechistar. «Solo tengo en común con mi personaje que las dos somos malas madres, porque siendo actriz es muy difícil ser buena madre». La actriz rueda más en el extranjero que en España y sus últimos proyectos le han llevado a Suiza, Colombia y Argentina. «Me da pena que no se vean aquí películas que hago fuera porque han desaparecido las distribuidoras que antes las daban. Aunque, al final, hay tantos canales que todas se acaban viendo por la tele. Hasta las que no quieres que se vean».

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