Imanol Uribe cierra su trilogía sobre el terrorismo con 'Lejos del mar'

«Las secuelas de la violencia salen por el lado más insospechado» y esa es, afirma Uribe en el Zinemaldia, la esencia de una trilogía sobre el terrorismo que, según el director vasco, parece terminar aquí, pero podría tener «otros dieciocho capítulos». De hecho, en la rueda de prensa que ha ofrecido este mediodía en el Kursaal, el cineasta ha reconocido que a lo largo de la mañana diferentes periodistas le han recordado que hace tres años dijo en el festival que no volvería a abordar el tema la violencia en el País Vasco en próximas películas, porque consideraba que ya había contado suficiente. «Pues he vuelto a caer, así que no voy a hablar sobre el futuro», ha manifestado.

'La muerte de Mikel', 'Días contados' -el largometraje más nominado de la historia de los Goya-, y ésta «tienen cosas en común -explica- por cuanto son relaciones de pareja, cada una muy diferente; Mikel era un abertzale que descubría su sexualidad y en 'Días..' un etarra se enamora de una yonki».

«Son todo relaciones de pareja muy extremas. Esta es una historia que manejaba desde hacía tiempo, en la que quería hablar de las consecuencias de la violencia y cómo las secuelas salen luego por el lado más insospechado», informa Uribe.

«Pero a esto no lo llames historia de amor, aquí no hay amor en ningún instante», dispara por su parte Elena Anaya, protagonista de la cinta y feliz de hacer un papel «complejo, con diferentes capas», que le permite dar una profundidad diferente «porque son emociones que no han sido antes contadas. Eso hace que tu mirada sea no tan clara como puede parecer».

La actriz, que ha comparecido primero en el María Cristina y después en rueda de prensa, cree que en 'Lejos del mar' lo que hay es «un encuentro de dos personas que, alejadas de todo y de todos, pueden confesarse y vomitar una serie de daños y fracturas inconfesables y que durante su vida, en sus familias, ha sido un tema intocable».

Con guión del propio Imanol Uribe que escribe con Daniel Cebrián, y coproducida por Maestranza y la chilena Suroeste Films, la película narra el encuentro por azar de un etarra (Eduard Fernández) con la hija de una víctima, tras salir de prisión por la aplicación de la doctrina Parot.

El preso ha cumplido parte de su condena y viaja a Almería, donde reside un amigo al que conoció en la cárcel.

«A este hombre le quedaban por cumplir diez o doce años; quería plasmar el desconcierto de verse en la calle sin tenerlo masticado y digerido, después de tantos años», comenta el director.

«Yo no soy político, de hecho -confiesa Uribe- huyo de la política como de la peste; he escogido estos personajes porque me interesaban desde el punto de vista sentimental, me parecían atractivos en su dolor. Veía su circunstancia, que yo viví aquí en los años 80, y era un contexto muy de película, pero he intentado alejarlos de circunstancias políticas concretas».

El cineasta ha reconocido que el tema es «muy complicado de abordar», porque resulta «doloroso» y «a la gente le pone nerviosa». Pero cree que, a pesar de todo, «merece la pena intentar hablar de ello y sacar los nervios a flote».

Para Anaya, «cada historia puede ser interpretada de muchas maneras; por el público, por el director, por los actores... En este caso -afirma- Imanol Uribe me parece un señor muy implicado con su cinematografía y muy pasional; luego tenía muchas ganas de verme frente a frente con Eduard (Fernández) y ver qué nos pasaba», dice, sonriente.

Rodaje

Y lo que pasó, según la actriz, es que todo encajó, de modo que fue capaz de construir el personaje casi de forma visceral. «Es una suerte enorme tener enfrente un actor así, que te mira de esa manera y que te da tanto». Además, Elena Anaya considera que 'Lejos del mar' es la película en la que más ha podido dar su opinión de toda su carrera. «Ha sido un rodaje muy placentero. Nunca me había pasado estar en maquillaje y que venga el director y me diga 'oye, oye, que va a amanecer' y las treinta y tantas personas que están allí dejen lo que están haciendo para ver salir el sol».

Marina es, según la actriz palentina, «un personaje muy bonito, es una mujer con un daño muy grande, irreparable, con una huella del pasado que no se borra; entrenada para salvar vidas; salva todas, menos la suya, y tiene una vinculación muy fuerte hacia la locura y hacia la muerte».

Sobre esos detalles que han hecho del proceso de grabación algo «muy humano» ha hablado también el actor Eduard Fernández. «Imanol deja trabajar, no es nada celoso de la criatura y es de agradecer», ha señalado.

Todo el equipo coincide en rechazar que la relación que se cuenta sea rebuscada, aunque sí concede que no es ni natural, ni sana.

«Es extraña, atípica, y un poco desconcertante (...) pero hasta cierto punto, comprensible. Es un deseo de venganza. Pero no hay ninguna historia real detrás», explica Uribe, y en su opinión, «rebuscado es lo que sale por la tele, en los informativos».

«Es una película con muchos silencios y muchas preguntas sin responder; hay ganas de decirse muchas cosas, que no salen hasta que los personajes se arman de valor -apunta Anaya-. Los recuerdos, las sensaciones no se pueden enterrar, hay que pasar página para poder superarlo».

Excepto una secuencia que transcurre en San Sebastián, toda la acción está rodada en localizaciones de Almería, la mayoría, en el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar, un lugar que Uribe conoce bien ya que allí filmó, hace casi veinte años, su película 'Bwana' (1996), con la que ganó la Concha de Oro en San Sebastián.

Una película austera

Sobre el título 'Lejos del mar', Imanol Uribe ha explicado en rueda de prensa que se refería, en inicio, a los años que pasó Santi en la cárcel, lejos del agua. Una referencia que queda algo difusa al haber sido eliminada en el montaje final la escena que daba inicio a la película, y que mostraba una foto en la celda del recluso en la que posaba en el Cabo de Gata. «La película fue luego apropiándose de otros territorios y 'Lejos del mar' puede ser también el deseo de Marina de escapar, porque las dos veces que estuvo cerca de él sucedieron cosas terribles», ha explicado el director, que considera que «es curioso como el montaje ha ido desmontando la película hasta dejarla muy sobria». «¡Será que con los años me he ido haciendo minimalista!», ha opinado Uribe, quien ha revelado que el final del largometraje está rodado pero tampoco se incluyó porque prefería que fuera algo sugerido.

Con cómo concluye la película ha terminado también la rueda de prensa: «Soy bastante optimista. Desde un primer momento me empeñé en buscar un final feliz, pero con esos personajes no me salía, no era consecuente con las historia», ha referido. Y para saber más y evitar 'spoilers', los productores de la película han invitado a ver el largometraje en el cine.