La mujer de negro 2

La terrorífica productora británica Hammer lo hacía mucho mejor cuando cineastas del calibre de Terence Fisher (La maldición de Frankenstein), Val Guest (El experimento del Dr. Quatermass) o Seth Holt (El sabor del miedo) encontraron nuevas formas de provocar auténtico terror en las plateas de medio mundo, al tiempo que dotaban al género de un prestigio internacional. Con La mujer de negro 2 (subtitulada El ángel de la muerte), nada tiene verdadera entidad: ni el rutinario guión (basado en una famosa novela de Susan Hill), ni la escenografía, ni el juvenil reparto.

El inicial interés que nos promete la típica casona encantada, ribeteada de tintes macabros, se diluye más pronto que tarde en un somnoliento repiqueteo de cubilete como si del juego de la oca se tratara. Así, de susto en susto, de trampa en trampa, de grito en grito, la película se encamina decidida, con paso firme, hacia el más tedioso de los abismos cinematográficos. Aun así, La mujer de negro 2 no defraudará a quienes se conforman con un matarratos, de esos con los que el espectador poco exigente presume de anticipar el desenlace antes de que realmente suceda. Y es que el que no se conforma es porque no quiere.