Aquelarre de cine

Las brujas de cine son Maribel Verdú, Bárbara Lennie, Inma Cuesta, Macarena García, Verónica Echegui y Adriana Ugarte. De la Rue las metamorfosea colocándolas ante las recreaciones digitales de las pinturas de Goya, ataviadas con glamurosos modelos de alta costura diseñados por Ana Locking, Cortana, Fernado Claro, Roberto Diz y Alvarno.

'Brujas, metamorfosis de Goya' se titula la propuesta de la mexicana que se exhibe hasta el próximo otoño el Museo Lázaro Galdiano de Madrid, el mismo que atesora dos de las telas de Goya: 'El aquelarre' y 'Las brujas'. El Prado tiene la tercera -'Vuelo de brujas' o 'El dómine Lucas'-, y la cuarta -'La lámpara del diablo' o 'El hechizado por la fuerza'- está en la National Gallery de Londres. Están en paradero desconocido 'El convidado de piedra' y 'La cocina de los brujos'.

Ha creado De la Rue cuatro cajas de luz con las cuatro pinturas que se conservan y ha imaginado cómo serían las dos perdidas en una libérrima recreación impresa sobre varias capas de tul, en un inquietante juego de evanescentes transparencias que acentúa su fantasmagórica condición de desaparecidas. La muestra se completa con 'Este vals que se muere en mis brazos', un vídeo en el que una sensual Bárbara Lennie danza en una pantalla de seda ante 'El aquelarre'.

Sus recreaciones tienen una enorme fuerza visual. Son retratos de gran formato que encierran el interés de la artista por investigar «la capacidad de las mujeres para transformarse y empoderarse». «Creo que a Goya no de disgustarían», dice risueña la artista, convencida de que «si viviera hoy, Goya amaría el cine y habría retratado a estas actrices, como hizo con las grandes de su época».

De la Rue ha tratado de trasferir a las actrices «la sabiduría, la magia, la libertad y el poder de transformar la realidad» de las criaturas goyescas. Quiere «rescatar la verdadera significación de la palabra bruja, de poder y sabiduría, que ha sido transformada con el tiempo y que desde el medievo es una excusa para atacar a la mujer». Propone además un chocante diálogo entre los originales goyescos del museo y su revisión con tecnología digital.

Goya era un gran aficionado al teatro, como los intelectuales con los que se reunía en El Capricho: Moratín, Jovellanos, William Beckford, Ramón de la Cruz o Boccherini. «Hubiera sido hoy un fanático del cine, como lo fue de teatro» dice Carmen Espinosa, conservadora jefe del Museo Lázaro Galdiano y comisaria de la muestra junto a Flavia de Hohenlohe, presidenta de Sotheby's España.

La muestra es la segunda parte de su proyecto 'Ángelas y brujas. Metamorfosis de Goya', su primer acercamiento a la pintura del genio de Fuendetodos desde la mirada contemporánea que se exhibió en la ermita de San Antonio de la Florida. Michelle Jenner, Claudia Traisac, Ana Castillo, Natalia de Molina y Juana Acosta fueron entonces las 'ángelas guardianas' de Goya en la primera intervención de una artista contemporánea en el lugar donde reposan los restos del genial pintor.