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Los dinosaurios ocultos de Treviño

Los dinosaurios ocultos de Treviño

Paleontólogos que han identificado 14 especies urgen a las instituciones a proteger el yacimiento

Luis Alfonso Gámez

Viernes, 28 de octubre 2016, 01:11

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Los 80 metros de estratos de la antigua cantera de Laño, en el Condado de Treviño, son una ventana al pasado única en la Península Ibérica. Sus depósitos de fósiles, descubiertos por Xabier Orue-Etxebarria, catedrático de Paleontología de la Universidad del País Vasco (UPV), nos permiten retroceder a un tiempo en que Europa era un archipiélago y los dinosaurios dominaban la Tierra. En el yacimiento burgalés, se han identificado desde 1984 hasta el momento catorce nuevas especies de vertebrados y desenterrado restos de, al menos, una decena de dinosaurios, además de pterosaurios, reptiles marinos, cocodrilos, tortugas, tiburones, rayas y otros animales.

«Laño es un yacimiento muy importante en el contexto europeo por la riqueza y diversidad de fósiles. Puedes encontrar desde mamíferos y anfibios de menos de cien gramos hasta dinosaurios de varias toneladas», indica Xabier Pereda Suberbiola, paleontólogo de la UPV. Los fósiles extraídos entre 1987 y 1997, depositados muchos en el Museo de Ciencias Naturales de Álava, son de dos momentos y ambientes distintos: de un entorno fluvial de hace unos 73 millones de años y de un medio marino litoral de hace 67 millones de años.

Ríos entrelazados

El horizonte más antiguo corresponde al entorno de «un río trenzado muy extendido, cercano a la línea de costa». En un mundo con el nivel del mar bastante más alto que en la actualidad, Europa era hace 73 millones de años «un archipiélago de islas de pequeño tamaño de clima subtropical». En el Laño fluvial vivían cocodrilos, peces óseos, anfibios y tortugas acuáticas. Junto a ellos, los paleontólogos han encontrado fósiles de dinosaurios, mamíferos, lagartos, serpientes y tortugas terrestres que habrían llegado hasta el lugar transportados por el agua.

Los dinosaurios son todos «de pequeño tamaño». El más representativo del lugar es un titanosaurio cuadrúpedos herbívoros de cuello largo de una especie que no se conocía hasta 1999. Sus primeros restos se descubrieron en la cantera de Treviño. Se llama Lirainosaurus astibiae, dinosaurio esbelto de Astibia, por Humberto Astibia, catedrático de Paleontología de la UPV. En esa época hay en Patagonia titanosaurios gigantes de más de 30 metros de largo que, se calcula, superarían las 50 toneladas, pero este era más modesto.

«Lirainosaurus es pequeño. Un adulto no superaría los 6 o 7 metros y pesaría entre 2 y 4 toneladas. Es la forma más grande que hemos encontrado en Laño, pero no es un gran dinosaurio. En Languedoc los hay de 10 a 15 metros de largo y, posiblemente, hasta 10 toneladas de peso», explica Pereda Suberbiola, que dirige los estudios del yacimiento burgalés desde hace años. Además de este dinosaurio que sería la forma dominante en el ecosistema, se han bautizado tres especies de tortugas, dos de serpientes, dos de cocodrilos y dos de mamíferos pequeños «que no alcanzarían los cien gramos y con una dentición adaptada para comer materia vegetal. No conocemos ningún otro yacimiento con la asociación de especies de Laño», indica el científico, que acaba de hablar en Bilbao de los dinosaurios del yacimiento burgalés en el marco de la exposición Colosos jurásicos del Bizkaia Aretoa.

Entre los dinosaurios herbívoros de Laño, hay también uno acorazado. «Es un anquilosaurio enano. Struthiosaurus mide 2,5 metros de largo y 1 de altura». Y hay un ornitópodo, un dinosaurio bípedo que corría sobre sus patas traseras. Se llama Rhabdodon y es «parecido a Iguanodon, pero más primitivo y pequeño». Los dinosaurios carnívoros se han identificado a partir de la gran cantidad de dientes encontrados, más de cien. «Hay seis especies, una grande y el resto pequeñas. Una que hemos podido determinar hasta el género es un Pyroraptor, un dromeosaurio como los raptores de Parque Jurásico, pero bastante más pequeño. Mediría un metro o metro y medio de alto, y se definió originalmente en La Provenza». También hay una gran ave no voladora que los científicos están «casi seguros» de que pertenece al género Gargantuavis, identificado en yacimientos del sur de Francia.

Ambiente marino

Unos 6 millones de años después, el paisaje de Laño ha cambiado. Lo que antes era una zona continental fluvial, luego fue mar. De momento, los científicos solo han encontrado en el Laño marino un hueso de hadrosaurio, «un dinosaurio de pico de pato, transportado y depositado junto con organismos que sí vivían en ese entorno de plataforma continental»: tiburones, rayas, reptiles marinos, tortugas e invertebrados, como ammonites y otros.

Los niveles litorales del yacimiento dan una información preciosa sobre la fauna marina de unas latitudes poco conocidas para ese periodo. «Entonces no existía el Mediterráneo. Los continentes de los hemisferios Norte y Sur Europa y África, en el caso que nos ocupa estaban separados por el mar de Tetis. Se conoce bien la fauna marina del norte de Tetis, en Bélgica y los Países Bajos, y del sur, en Marruecos; pero no la de latitudes intermedias como la que estamos nosotros. En Laño, podemos decir gracias a los tiburones y las rayas que hay una especie de mezcla entre las faunas septentrionales y meridionales de Tetis. Hay géneros y especies típicos del norte y del sur», explica Pereda Suberbiola. En total, en el yacimiento se han recuperado restos de entre 35 y 40 especies marinas, incluidas cuatro nuevas rayas.

Los paleontólogos tienen todavía trabajo para años con el estudio de los materiales desenterrados en la antigua cantera hasta 1997 por investigadores de la UPV, la Universidad Autónoma de Madrid, el Museo de Ciencias Naturales de Álava y varias instituciones científicas francesas. A día de hoy, no se sabe cuál será el destino final de los fósiles de Laño, depositados provisionalmente en Vitoria, pero que pertenecen a Burgos. En cualquier caso, los expertos creen que es el momento de trabajar con las instituciones, a las que les urgen que protejan y reconozcan el valor patrimonial de este yacimiento de Treviño.

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