De fiesta como si fuera 1985

Javier Ikaz y Jorge Díaz se han convertido en algo así como los archiveros de la infancia de una generación entera. Hace cinco años, estos dos vizcaínos decidieron crear un grupo de Facebook con el que "recordar aquellos iconos" que marcaron a los niños de los 70, los 80 y los primeros 90, y le pusieron de nombre 'Yo Fui a EGB', recuperando unas siglas que nos delatan como viejunos ante los más jóvenes y que, como un raro bloqueo mental, nos han hecho tan difícil entender todos los planes de estudios posteriores. La tropa de la Educación General Básica, aquellos niños que aún se sentaban religiosamente a ver los mismos programas de televisión, consumían las mismas golosinas y soñaban cada navidad con los mismos juguetes, respondió con entusiasmo a la iniciativa: el grupo se acerca a los 900.000 seguidores y se ha traducido ya en dos libros, que están entre los mayores bombazos editoriales de los últimos años. Mientras tanto, Javier y Jorge prosiguen su tarea de tenaces recuperadores de recuerdos, como arqueólogos de un tiempo a la vez cercano y remoto: en su 'timeline' (qué palabra más poco 'egebera') lo mismo aparece uno de aquellos ceniceros triangulares de Cinzano, que un Autocross en perfecto estado, que alguno de aquellos retratos del cole que parecen siempre el mismo, con los niños ordenados en tres o cuatro filas y vestidos de azul marino, granate y beis.

Ahora, llega la hora de sacar la nostalgia de marcha. La sala Rock Star de Bilbao acogerá este sábado noche la fiesta oficial de 'Yo Fui a EGB', que los responsables del proyecto comparan con aquellos saraos de fin de curso "en los que por primera vez te dejaban entrar en la discoteca", aunque ahora tengamos ya edad suficiente para trasnochar sin límites (empieza pasada la medianoche y acaba a las seis), para beber sin disimulos (¿qué tal un Licor 43 con batido de chocolate?) y para asumir sin vergüenza que nunca hemos acabado de aprender a bailar. La banda sonora se compondrá de grandes éxitos de la EGB y estará acompañada por "visuales de la época". Además, habrá suministro de chuches, un 'photocall' con troqueles de personajes imprescindibles (¿quién puede resistirse a un retrato con Diana, la lagarta de 'V'?) y un 'coche fantástico' a la puerta; vamos, un Pontiac Firebird clavadito al buen Kitt. Por supuesto, animan a ir disfrazado: estaría bien ponerse el jerseicito granate de pico que lucimos en la foto de quinto, pero tira un poco por la parte del abdomen.